Después de mucho meditar en qué orden ubicar a los
autores e ilustradores, decidí hacerlo por el orden en que aparecen en la colección, o sea, ordenarlos por su primer
Bolsillito.
Estela y Boris se
conocieron en 1940 y se casaron en 1945, De ahí en más, estuvieron juntos hasta
la muerte de ella, o sea, cuarenta años.
Para sus obras infantiles utilizaba dos seudónimos:
“Adelia Mar” y “Noñé”. Sus primeras obras en Abril son de 1947, por ejemplo la
adaptación de Caperucita Roja en
“Cuentos de Abril”, y de La Sirenita en “Colección Regalo”, firmados como Adelia
Mar. En “La ventanita” también tiene varios, recordemos que esta colección
tenía los textos en verso. Como Adelia Mar: La Nochebuena de los juguetes (1948), 1, 2, 3 y sigue hasta 10 (1948). Como Noñé: Contemos los patitos (1948), Ya
voy a la escuela (1950).
También escribió para "Colección Gatito·.
También escribió para "Colección Gatito·.
Nº10 Gatito y los bandidos
Sus primeros Bolsillitos son adaptaciones de cuentos de
Disney: El patito feo (1), El pato Donald (2), Bambi (5). Pero también de clásicos Caperucita Roja (6), Los tres
osos (18), Hansel y Gretel (22). Los primeros cuentos de su autoría son Lauchita Rin-Rin (41) , ilustrado por Alberto del Castillo y El
regalito de Navidad (42), ilustrado por Breccia.
Luego siguieron Ropitas
y figuritas (74) y Animalitos y
figuritas (82); el primero con Alberto del Castillo y el segundo con
Breccia; los cinco primeros títulos de
la “Los Negritos”, Pepe P. Pino
(113), uno de los dos desplegables verticales; todos con Breccia. Mucho más
adelante: Banderín (476), ilustrado
por Ruth.
En 1965, ya al frente de la Editorial La Encina, comenzó a publicar la revista Enciclopedia preescolar, que salía
semanalmente en los kioscos.
Noñé era la directora, pero también
escribía algunos textos. En esta enciclopedia participaron muchos de los
autores de Bolsillitos: Susi, Beatriz, Yalí; así como también muchos de los
ilustradores: Agi, Csecs, Chikie, Leo, Guillermo. Esta misma enciclopedia salió
en 1970 con el título de Gran
Enciclopedia de los Pequeños en tomos encuadernados, once en total. En los últimos 4 tomos, que son sobre
animales y salieron en los ochenta, la directora de la colección pasó a ser
Graciela Montes.
El primer capítulo del tomo 1 (correspondiente a la
primera revista de los sesenta) se llama “Los niños del mundo” y fue escrito
por Susi e ilustrado por Agi en su versión original. Así siguió saliendo por
quince años en las distintas reediciones. Pero, en la de 1980, con la misma
tapa y los mismos capítulos, se reescribió y se volvió a ilustrar el primero.
Las nuevas autoras son Graciela Montes y Julia Díaz. Tal vez haya algún otro
capítulo cambiado en otros tomos, yo sólo encontré este.
¿Por qué ese cambio? Por los ya famosos “negritos”.
Evidentemente los ochenta ya era otra época muy diferente, en algunos aspectos.
A mamá le hubiera gustado mucho saber que
estos textos para niños, que escribió casi como un pasatiempo, perduraron en el
tiempo y tienen interés para algunas personas. Amaba la literatura y era una
gran lectora. Sufría con Proust, se divertía con Joyce Cary y adoraba a García
Lorca, con sus poesías plenas de alegría y profundidad.
Desde muy chicos, a los tres, nos
leyó cuentos y poesías para niños, estimulándonos a disfrutar de la literatura
en todas sus formas. En casa, los libros y los escritores estaban
permanentemente presentes, en la vida cotidiana y en las conversaciones.
Cuando hoy la recordamos, cada uno de nosotros
tiene distintas imágenes de mamá, tanto a lo largo de su vida como en la
relación con cada uno de nosotros. Los chicos le gustaban mucho y esa era una
de las áreas en que más fácilmente demostraba sus sentimientos. Era muy
discreta y enormemente solidaria. Era también muy inteligente, aunque escondía
un poco sus méritos en lo intelectual. Los textos para niños de mamá tienen tal
vez la frescura y la alegría que a ella le hubiera gustado tener en muchos
momentos de su vida.
Mamá
nació en 1915 y murió en 1985. Papá empezó a trabajar en Abril cuando se
casaron. Hasta ese momento él no tenía un trabajo estable, daba clases de
lengua a extranjeros y entre sus alumnos estaba Paolo Terni, uno de los dueños
de Abril.
Papá y
mamá se conocieron 4 años antes, en la facultad de Ciencias
Exactas. Ella estudiaba química y él matemáticas.
Para
cuando yo empecé a amar los Bolsillitos, en 1960, mi mamá ya casi no escribía
ya para Boris. Sí, en cambio, lo hacía Beatriz Ferro, que era una buena amiga
de Inés. Lo mismo puedo decir de Marta Giménez Pastor, que fue una escritora
espléndida y también una muy buena amiga. Con respecto a los Bolsillitos, Lolo el marinero, recibió ese nombre en
homenaje al hermano de Inés, Manuel René Malinow, un científico eminente que
emigró a los Estados Unidos en 1963 y al que la familia llamaba Lolo.
También Manolín, el zapatero, tiene una
referencia familiar. Era Manolo, o sea Manuel Wechler, un primo que mi mamá
adoraba y que en la vida real era juez federal, además de ser un tipo
encantador y muy travieso de chico.
Un tercer
Bolsillito, Nina la bailarina, era
un homenaje a Nina Vyrubova, una bailarina maravillosa que Inés admiraba mucho.
Como sabrás, la danza fue también una de sus pasiones y fue crítica durante
años en diversos medios, entre ellos La Nación y La Gaceta de Tucumán.
Virginia
Fineberg (hija de Inés Malinow)[2]
Su nombre completo
era Lydia Inés Malinow, pero siempre
utilizó su segundo nombre. Es la primera autora argentina en tener un
cuento propio en los Bolsillitos. Entre 1952 y 1956 publicó setenta y un
cuentos, más otros tres a fines de los sesenta. Son suyas las series de
Inosito, de las estaciones del año, de Cucucito, de Pepe Bolsillitos, de
Escamita la sirenita, muchos de los de Gatito y uno de las Caperucitas.
Vuelvo a reiterar mi duda acerca de los otros cuentos de las Caperucitas y algunos de Gatito firmados por Papá Noel. Tal vez se ocultaba también tras este seudónimo.
Vuelvo a reiterar mi duda acerca de los otros cuentos de las Caperucitas y algunos de Gatito firmados por Papá Noel. Tal vez se ocultaba también tras este seudónimo.
Escribió muchos cuentos e historietas para “Gatito”, y
también participó en otras colecciones de Abril como “¡Qué parejita!” y
“Cuentos de Abril”.
Nº6 Gatito y los reyes Magos
Para el CEAL adaptó Las aventuras de Pinocho en varios números de “Los cuentos de Polidoro” que luego fueron publicados todos juntos en un tomo. En editorial Sigmar publicó muchos cuentos de la colección “Mis animalitos” y otros de mayor formato como Muchas veces cuatro patas, 100 cuentos de Inés Malinow y Un violoncelo llamado Gómez. En Plus Ultra ¡Aquííí Inosito! y ¡Buena suerte, Inosito”; en Kapelusz Osito Kinkajú…son sólo algunos, su producción infantil abarca más de cien títulos (sin contar los Bolsillitos).
Nº6 Gatito y los reyes Magos
Para el CEAL adaptó Las aventuras de Pinocho en varios números de “Los cuentos de Polidoro” que luego fueron publicados todos juntos en un tomo. En editorial Sigmar publicó muchos cuentos de la colección “Mis animalitos” y otros de mayor formato como Muchas veces cuatro patas, 100 cuentos de Inés Malinow y Un violoncelo llamado Gómez. En Plus Ultra ¡Aquííí Inosito! y ¡Buena suerte, Inosito”; en Kapelusz Osito Kinkajú…son sólo algunos, su producción infantil abarca más de cien títulos (sin contar los Bolsillitos).
También escribía poesía para niños, por ejemplo: Canciones para mis nenas llenas de sol y
Versitos para caramelos en Editorial
Ciordia y Rodríguez; y El libro de las
nanas, en Ediciones Fariña.
Para adultos publicó cuatro novelas: Lunes, mi enemigo (1962), Entrada
libre (1978), La fascinación
(1992), las tres en Editorial Emecé. La última, El ruido de la vida (2006) fue publicada por Editorial Nueva
Generación. Tiene algunos libros de cuentos como Distancia fija (1973), de Editorial Taller, La tercera mitad (1983), de Editorial Celtia y Puertas de la noche (1990),
de Torres Agüero. Muchos de poesía, entre ellos: Poemas de estrellas y viento (1949), publicado por La Cámara
Argentina del Libro, Tiempo deshabitado
(1958) de Ciordia y Rodríguez, Páramo
intemperie (1968), de Emecé.
Practicó el periodismo cultural en diversos diarios (El Mundo, Clarín, La Nación, La Prensa)
y revistas culturales (Leonardo, Sur,
Oeste, Puro Cuento, El Urugallo, Polifonía, Mundo de la danza, Danza, Teatro
Colón). Sus artículos no eran solamente de crítica literaria sino también
sobre danza clásica, área que conocía muy bien y que la apasionaba. Escribió
libros sobre el tema, por ejemplo Desarrollo
del ballet en la Argentina (1963), de Ediciones Culturales Argentinas.
Fue profesora de literatura en varios colegios
secundarios y la primera persona en Argentina en dictar talleres de escritura
creativa (1969), Recibió numerosos
premios por su labor literaria, tanto infantil como para adultos,
otorgados por instituciones como la Sociedad Argentina de Escritores, La Cámara
Argentina del Libro y El Fondo Nacional de las Artes.
En 1984, bajo la presidencia de Raúl Alfonsín, fue
nombrada Agregada Cultural de la
Embajada Argentina en Bélgica. Desempeñó este cargo hasta 1989, difundiendo la
cultura argentina por medio de eventos culturales y publicaciones de libros de homenaje a nuestros mayores
escritores como Borges y Cortázar. Por esta labor fue condecorada con la Orden
de la Corona en el Grado de Gran Oficial, en 1991, por el rey Balduino de
Bélgica.
Falleció en Buenos Aires, a los 94 años.
Me
resultaría imposible enviarte una semblanza de mi madre de tanto que habría que
decir. Me limitaré a contarte que la imagen que más guardo de mi madre es la de
ella sentada frente a su máquina de escribir, siempre escribiendo. A mi madre
le interesaba, más que nada en el mundo, la escritura, la lectura, la danza. Escribió y colaboró en casi todos los diarios
y revistas importantes que se publicaron en la Argentina. Fue la primera
persona que abrió un taller literario en la Argentina. Terminó su carrera como
diplomática al ser nombrada por el Presidente Alfonsín como Agregada Cultural
en la Embajada Argentina en Bruselas.
Claudia Prieto Malinow (hija de Inés Malinow)[3]
Héctor se puso Sánchez por el
apellido de su esposa y Puyol por el de su madre, pero, según testimonio de la
primera, hubiera preferido firmar sus cuentos con su verdadero nombre. Eso nos
remite a una política editorial y no a una decisión de los autores. Sin
embargo, sus cuentos de “El diario de mi
amiga” están firmados con su apellido.
Sus primeros textos fueron de
divulgación científica ya que Héctor no había estudiado literatura sino
geología. Boris lo cuenta sí:
Oesterheld
apareció un día de la calle, me dijo que trabajaba en el Banco Industrial…o
Hipotecario, y que escribía fundamentalmente para chicos.[4]
En aquel tiempo yo estaba preparando la colección Hoy y mañana. Era una colección de divulgación científica para
chicos y adolescentes que había pensado Civita…En ese momento fue que apareció
Oesterheld. Viene y me dice: “Mire, yo soy geólogo, pero me gusta escribir.
Querría hacer una prueba.” Le di para hacer La vida en el fondo del mar,
y él hizo un texto precioso-fue el
primero de esa colección.[5]
En1947 salieron La vida en
el fondo del mar y La vida de los animales prehistóricos, ambos bajo el nombre de Héctor Sánchez Puyol.
En 1948, El mundo maravilloso de los
insectos, con el mismo seudónimo; La
extraordinaria aventura de la Tierra, con otro diferente: “Germán de La
Vega”, y La aventura del petróleo,
otra vez como Sánchez Puyol.
Su primera obra literaria en Abril
es La rifa del gorrión, un cuento
largo de la colección “Cuentos de Abril”, publicado en octubre de 1947.
Al año siguiente inauguró la colección “Yo soy” con Yo soy el pingüino, una adaptación de un cuento de Disney. En esta colección tiene, por lo menos, una docena de cuentos.
También escribió algunos de “¡Qué parejita!”. Ya vimos que escribió tres títulos de “El diario de mi amiga” y, por lo menos uno, en "2,3 y 4" . También participó en "Cuadernos de Gatito", pero, especialmente, fue el “alma mater” de “Gatito”.
Al año siguiente inauguró la colección “Yo soy” con Yo soy el pingüino, una adaptación de un cuento de Disney. En esta colección tiene, por lo menos, una docena de cuentos.
También escribió algunos de “¡Qué parejita!”. Ya vimos que escribió tres títulos de “El diario de mi amiga” y, por lo menos uno, en "2,3 y 4" . También participó en "Cuadernos de Gatito", pero, especialmente, fue el “alma mater” de “Gatito”.
Primera página de Cuadernos de Gatito Nº2, Gatito Boxeador
Nº6 Gatito y los Reyes Magos
Para Biblioteca Bolsillitos escribió 16 cuentos y 3 “libritos sabios”, entre 1952 y 1957. Entre sus primeros títulos, podemos citar: La granja (8), Los ratoncitos (14), Los perritos (17), Los pajaritos (30) y Los burritos (33), todos ilustrados por Breccia (para enloquecer de placer a los fanáticos de estos dos historietistas).
Además de Códex, también trabajó para Sigmar. Tiene
muchos cuentos en la colección “Mis animalitos”, la mayoría de ellos ilustrados
por su hermana Nelly (Chikie), y también en “Älbumes infantiles”; por ejemplo El Señor Quesete y su escuelita, firmado
como Oesterheld o Jugamos mientras llueve, firmado Sánchez Puyol.
Sin embargo, a pesar de su vasta
producción de literatura infantil, se lo recuerda más como guionista de
historietas. Comenzó a escribirlas en Abril, por pedido de Boris, y
pronto se convirtió en uno de los mejores. Los primeros salieron en la revista
“Cinemisterio”, en 1951: lan y
Crazy, Lord Commando y Ray
Kitt. Esta última era dibujada por Hugo Pratt, con
quien hizo El sargento Kirk, para la revista “Misterix”, en 1953. Otro personaje
suyo famoso de “Misterix” fue Bull Rocket que apareció un año antes,
dibujado por Paul Campani.El
indio Suárez, dibujado por Carlos Freixas, apareció en
“Rayo Rojo”.
En 1957 fundó, junto a su hermano Jorge, la Editorial
Frontera. En ese momento abandonó Abril y llegó a un acuerdo con sus
directivos: les dejaba el personaje de Bull Rocket para que lo continuaran
otros artistas, pero conservaba al Sargento Kirk.
Dentro de la enorme obra de Oesterheld como
historietista, se destaca El Eternauta,
que apareció por primera vez en la revista “Hora cero semanal” en setiembre de
1957 y continuó, en entregas semanales, hasta 1959. Fue dibujado por Solano López. El
Eternauta reapareció en 1969, en la revista “Gente”, esta vez con la
colaboración de Alberto Breccia. Su contenido varió, estaba comprometido
políticamente, como el propio Oesterheld
Durante la segunda dictadura militar, Héctor y sus cuatro
hijas, se unieron a la agrupación “Montoneros”; fue jefe de prensa de la misma.
Todo sabemos la tragedia que vino después: la
desaparición y el posterior asesinato de Héctor y sus cuatro hijas, por obra de
los militares de “El Proceso”.
Primero fueron asesinadas
sus hijas, dos de ellas estando embarazadas, y tres de sus yernos. Oesterheld
estuvo detenido en los centros “El Vesubio” y “El Sheraton”; se cree que su
muerte tuvo lugar en 1978.
Para saber más de Héctor: http://archivohgo.blogspot.com/
Para saber más de Héctor: http://archivohgo.blogspot.com/
Ese nombre
se me antojaba entonces, a los 5, a los 6 o a los 7 años, extrañamente
oriental, nombre de genio de lámpara, de efrit, de hombre de ojos oscuros y con
turbante. Veinte años después me enteré de que Sirob era un juego; el
nombre-disfraz de un tal Boris, que no tenía los ojos oscuros sino azules, muy
destellantes, pero que al final de cuentas sí era un efrit, porque entre mi
escena infantil junto a mi pila de Bolsillitos y
el día en que lo conocí- algo temblorosa yo porque él ya era para mí un hombre
admirado; inquisitivo él, generoso y un poco burlón- ya había publicado miles
de títulos y decenas de millones de libros. Y eso es algo que sólo los efrits
son capaces de hacer en un país como el nuestro,
Graciela
Montes[6]
¿Qué se puede decir de Boris que ya no se haya dicho?
Solamente algunos datos que marcan el derrotero de su vida.
Era argentino, hijo de inmigrantes judíos rusos. Creció
en la Ciudad de Buenos Aires. Comenzó a estudiar ingeniería, por consejo
paterno, pero pronto abandonó esta carrera y terminó la licenciatura en
matemática. Mientras estudiaba, trabajaba dando clases de español y, como
vimos, así conoció a Civita, Terni y Levi. En 1941 empezó a trabajar para Abril
como free-lance y en 1945 como empleado
fijo.
En 1937, junto a su primera esposa Sofía Nogué Acuña,
fundó el grupo Aráoz. Un año después se separaron y en 1945 se casó con Estela
Pigretti con quien tuvo tres hijos y convivió hasta la muerte de ella.
Nº34 Gatito y los 40 ladrones
En Abril, no sólo fue director de las colecciones infantiles, sino también autor en varias colecciones, entre ella "Yo soy", "Gatito", "El diario de mi amiga", "colección Gatito" y, por supuesto, Bolsillitos.
En Abril, no sólo fue director de las colecciones infantiles, sino también autor en varias colecciones, entre ella "Yo soy", "Gatito", "El diario de mi amiga", "colección Gatito" y, por supuesto, Bolsillitos.
En 1955, después de la caída de Perón, fue nombrado
profesor de Análisis Matemático en la Facultad de Ciencias Exactas. En 1958
fundó la Editorial Eudeba. Seguía siendo profesor en Ciudad Universitaria
y trabajando para Abril como colaborador
externo.
En agosto de 1966, a causa del golpe militar de Onganía,
renunció a Eudeba y, en setiembre del mismo año, fundó el Centro Editor de
América Latina, que sufrió, como todos sabemos, en la década del ochenta, por obra de
la segunda dictadura militar, el
secuestro y la quema de miles de
libros.
En 1983 se enfermó su esposa y Boris también comenzó a
tener problemas de salud. Estela murió
en 1985.
En 1989 recibió el “Premio Sudamericano de Ciencias Sociales”,
otorgado por el Centro de Estudios Históricos, Antropológicos y Sociales
Sudamericanos. En 1994 fue nombrado “Profesor honorario” de la Universidad de
Buenos Aires.
Terminamos su semblanza con el recuerdo de otro escritor
que trabajó para él y que, además, recuerda a otros miembros de su equipo:
Es muy poco, además de exclusivamente anecdótico, lo que
puedo contar de mi paso por la sección “Revistas Infantiles” de editorial
Abril. Allí se editaba Bolsillitos, la colección creada y dirigida por Boris
Spivacow. Ingresé como corrector de textos gracias a la gestión de Pedro
Orgambide con quien había sido compañero de redacción en el diario Noticias
Gráficas y de quien fui amigo y vecino en el barrio Belgrano R.
Orgambide integraba,
también como empleado, la redacción de Bolsillitos. Y cuando me consiguió ese
trabajo me previno: “Cuidate. En esta Sección no hay corrector que dure. Boris
los echa a todos”.
“Boris” era Boris
Spivacow, el creador y Director de Bolsillitos
Una mañana, justamente,
(trabajábamos de 8 a 14), Boris me llamó a su escritorio y pidió que me sentara
frente a él; sus gestos no era alentadores. Me mostró un texto corregido por
mí. Me dijo:
—Decime, Clemente; para
vos, ¿qué es la coma?
Yo conocía en ese entonces
las reglas gramaticales, pero por encima. Y cuando le contesté qué era la coma
para mí, casi me devora. Me di por despedido.
Me quedé mudo y
atemorizado. Entonces Boris comenzó a explicarme qué era la coma para él. Honestamente
entendí poco de lo que me explicó y no me acuerdo qué dijo, pero me mantuve
mudo, mirándole a los ojos y como si comprendiera todo lo que decía. Quizá por
eso no me echó. Y así seguí unos meses más.
Sin embargo Orgambide, que
evidentemente me apreciaba y tenía bastante ascendencia en la Editorial,
consiguió que me trasladaran a otra sección y como redactor: la sección
“Revistas Juveniles” donde se editaban Misterix y Rayo Rojo. Allí permanecí
cinco años. Después, bastante después, volví a tener a Boris como jefe supremo:
fue en EUDEBA y luego en el Centro Editor de América Latina, aunque no como
corrector.
Pese al poco tiempo en que
compartí la redacción de Bolsillitos, además de ese semichoque con Boris,
algunos otros recuerdos me han quedado. Son recuerdos que considero
entrañables, ya que a menudo los recuerdo. Me acuerdo, por ejemplo, del rostro
amable y sonriente de Hugo Csecs; alguien a quien solo veía cuando llegaba a la
revista para entregar o retirar algún trabajo de ilustración; alguien que me
resultaba muy grato, muy amigo. También de uno de los cuentos que debí corregir
sobre un calesitero y su calesita; claro: era de Orgambide. También de Ditti,
otra de las dibujantes o tal vez diagramadora. Y de Ruth y Edith Varsavsky dos genias que se me
representan de pie señalando o mostrando las páginas de un numero de
Bolsillitos que estaría por publicarse y a quienes seguí viendo después que me
retiré de Abril. Y otra remota imagen que también me ha quedado: la de la
escritora Beatriz Ferro, a la que me parece verla en la redacción, no solamente
joven, sino bella.
Nora nació en Triestre en 1929. Dejemos que ella misma
nos cuente su historia:
Tenía nueve años y
medio en marzo ’39, cumplí diez en julio, ya en Argentina. Familia: mi padre
era director de “Assicurazioni Generali” di Trieste, así que era una familia de
clase media acomodada. Íbamos a esquiar en el invierno y también pasábamos las
vacaciones de verano en la montaña porque vivíamos al lado del mar. Vivíamos en
una casa de tres pisos con jardín, con auto, etc. La ruptura fue no poder ir
más a la escuela pública y tener que ir a una de la comunidad judía donde, en
parte, yo me sentía extraña y, además, me miraban mal porque los que iban ahí
desde antes no aceptaban a los que caían, en ese momento, por razones de fuerza
mayor. Entre las cosas que tuve que dejar, estaban los juguetes.[8]
Como en el caso de los fundadores de Editorial Abril,
Nora y su familia tuvieron que dejar Italia por causa de las leyes fascistas.
La comunidad de judíos italianos en Argentina ayudaba a los recién llegados y
se formaban lazos de amistad.
Yo entré a
trabajar, a los dieciocho años, en Editorial Abril, creada por Cesare Civita y
Paolo Terni. Tuvieron cierta resistencia en tomarme porque querían evitar
eventuales conflictos con hijos de amigos. Y, al poco tiempo, me encontré yo
ante una huelga y como mi padre me había enseñado que no había nada peor que
ser rompehuelgas no sabía cómo manejar mi lealtad hacia Terni, quien me había
empleado. Así que fui a decirle que me iba a adherir a la huelga y, por
supuesto, lo entendió. A la distancia, supongo que mis escrúpulos le deben
haber causado gracia. Para mí fue fundamental ese período porque descubrí todo
un mundo nuevo. Decubrí a la “intelligentsia” de izquierda, además, todos los
que dibujaban las historietas de Walt Disney se creían futuros Picasso y los
que las escribían, iban a ser literatos famosos. Era gente muy divertida, muy
inteligente.[9]
Nora se desempeñaba como secretaria de las colecciones
desde el punto de vista literario. Su nombre aparece por primera vez en los
Bolsillitos en el número 25 Colorín
Colorado, un cuento de Inés del cual es ilustradora; esa es su única
participación en 1952. Pero al año siguiente nos deslumbró con El librito escenario de mi calle (65) y El librito escenario de mi tren (68),
los dos primeros desplegables de la colección, escritos e ilustrados por ella.
Siguieron: ¡Vengan a pintar! (83),
donde, como vimos, enseña a los chicos a dibujar, y ¿Dónde está mi perrito? (87), un Bolsillito “con sorpresas”. El primero de sus cuentos no
ilustrado por ella misma es Los Reyes
Magos (96), que ilustró Chikie.
Más adelante creó las series de “Pinocho y Pinochita”
ilustrados por Chikie, las de “Panchita”
y “Panchito”, con ilustraciones propias y “Puf-Puf” el conejo mágico”,
ilustrados por Ruth. Escribió cincuenta
y ocho Bolsillitos ente 1953 y 1963,
entre ellos algunos “libritos sabios” como El
rinoceronte y el pajarito (281), ilustrado por Csecs.
Participó mucho en Gatito escribiendo no sólo cuentos e historietas sino también la historia principal y tiene muchos cuentos en "2, 3 y 4".
Participó mucho en Gatito escribiendo no sólo cuentos e historietas sino también la historia principal y tiene muchos cuentos en "2, 3 y 4".
Nº11 El mago Gatito
A los veinte años
Nora comenzó a estudiar arquitectura, pero no terminó la carrera porque, según
su propio testimonio, la excedían las matemáticas. Tiempo después, estudió
antropología en la UBA y se dedicó de pleno a la investigación y a la docencia
en temas referidos a la emigración, etnicidad y discriminación.
Los testimonios más arriba presentados, fueron extraídos
del libro Tantas voces, una historia.
Italianos judíos en la Argentina 1938-1948,
escrito en colaboración con Vera Vigevani Jarach. Este libro tiene una versión
italiana, Tante voci, una storia.
Italiani ebrei in Argentina 1938:1948, publicada por la Editorial Il Mulino
de Bolonia, con el auspicio del Instituto Ítalo-Latinoamericano.
Es autora también
de Colonizadores
colonizados. Los italianos porteños, publicado en agosto de 2013 en la colección
“La Argentina plural “de Editorial Biblos.
Susi nació en Viena. A los 18 años cuando estudiaba fotografía en
su ciudad natal, se vio obligada, junto a su familia, a emigrar a causa de las
leyes raciales del nazismo. Vivieron primero en Brasil, luego en Bolivia y
finalmente llegaron a Argentina.
Como tantos otros refugiados europeos, Susi y su hermana
Ditti encontraron trabajo en Editorial Abril.
Yo estuve en Abril toda mi vida.
Entré antes que Boris entrara y me quedé después que él se fuera a Eudeba.
Empecé primero como dibujante para los libros Disney, que manejaba Civita. Y
después me llamaron para ilustrar otro material de Disney, José Carioca. Al
poco tiempo ya quedé como empleada efectiva de la editorial.
Pero a Boris lo conocía desde antes
de Abril. Yo conocía a su primera mujer, Nenette. Soy austríaca. Con la
emigración pasé primero por Brasil y después vine a Argentina. Nené fue la que
me habló de Terni y Civita porque Boris les daba clases de castellano, y ella
fue la que me dio el dato de que estaban buscando dibujante para Walt Disney.[10]
Su
puesto oficial era el de jefa de la sección arte en la parte de libros para
chicos. En efecto, sus primeros trabajos en Abril, son ilustraciones, por
ejemplo las de Pulgarcita de Cuentos
de Abril, pero en la Colección “Yo soy” ya empezó a escribir cuentos: Yo soy el pato de gomal (3) y Yo soy el cocodrilo (16) ambos de 1948,
son con textos e ilustraciones suyas. También en “¡Qué parejita!”, por ejemplo El perro y la gatita (2), de 1951.
Boris era un adicto al trabajo.
Planificaba todo, Decía “Bueno, vamos a editar unos libritos de tantas páginas,
de ocho por doce, con sacabocado…”Yo escribía entonces el primer cuento-porque
aparte e dibujar hacía los textos-como para darle una línea, y después buscaba
otros ilustradores y también otros escritores.[11]
En
los Bolsillitos también comenzó
dibujando. Su primera aparición es en Pulgarcita
(44) cuyas ilustraciones me fascinaban tanto de chica que terminé recortando el
librito para pegarlas en otros sitios. Por suerte, lo conseguí de adulta y
reparé el de mi infancia con fotocopias. Estas
ilustraciones, que son las mismas de la edición de Cuentos de Abril, se
repiten, con algunas variantes, en la
edición de la Colección “Pulguita” de 1956; que tuve hasta ser adulta y un día,
no sé cuándo ni cómo, desapareció.
En el número 100 salió su primer cuento, nada menos que Osito, Muñequita y Trapito, con las
ilustraciones de su amiga Agi. Haber escrito esta serie es suficiente para considerarla una de las mejores autoras
de los Bolsillitos. Como ya hablamos de “Mis juguetes” en el capítulo 2, ahora
voy a mencionar los demás cuentos de Susi. Escribió más de cuarenta títulos,
entre ellos: La princesita Rosabel
(119), ilustrado por Alicia; El castillo
encantado (128), ilustrado por Chikie; A
las 5 de la tarde (173), de la serie de Pepe Bolsillitos, ilustrado por
Csecs; Aniceto y Rosaura (338),
ilustrado por Agi; ¡Qué verduritas”
(393), también con Agi; El ovillo rojo
(403) y Osotonto y el duende (573),
ambos ilustrados por Ruth.
Después entró Nora
Smolensky. Con ella fuimos grandes amigas, trabajamos mucho en la colección
Gatito y nos divertíamos como locas pensando las historias y los dibujos. Había
que inventar todo. Era muy divertido crear una colección, y también había mucha
gente con enorme sentido del humor en la editorial, sobre todo en esa época.[12]
Pero la vida de
Susi no terminó con Abril, a pesar de que haya dicho que pasó ahí toda su vida,
ya que más o menos por la época en que escribió lo que cité antes, ya jubilada
y con más de 70 años, empezó a hacer collages valiéndose solamente de recortes
de revistas y pegamento adhesivo, sin ningún tipo de herramienta digital. Son imágenes impresionantes que
recontextualizan elementos fotográficos y los transforman en personajes
extraños que pueblan la imaginación de Susi. Ella los hizo para su propio
placer, entre 1993 y 2011, mostrándoselos solamente a su familia.
Hasta que su sobrino nieto Ian
Kornfeld, uno de los nietos de Ditti, tuvo la brillante idea de subir
las imágenes de sus collages a una página de internet para que todos podamos
disfrutarlos.[13]
Me resulta
difícil escribir sobre Susi. Cuando yo era chico era una figura muy importante
dentro de la familia pero durante los años de infancia, bastante distante. La
veíamos siempre acompañada de mi bisabuelo, ya fuese en la casa de él en el
centro de Buenos Aires y la que todavía guardaba en Castelar desde los años 50
y que entonces usaban un poco como casa de campo. Los libritos que había hecho
en Abril los debemos haber recibido de parte de mi abuela, supongo. Empecé a
relacionarme más con ella cuando tenía unos doce años y nos llevamos muy bien
de entrada. Es como si no nos hubiésemos realmente conocido hasta entonces pero
ahí descubrí que teníamos muchos intereses en común. Mi bisabuelo murió poco
después (hizo también un par de colaboraciones en Abril, muy pocas, con el
nombre de Félix).
Susi es una
mujer de una increíble sensibilidad, interesadísima en todas las formas del arte.
Es seguramente por culpa de ella y de mi abuela
Ditti que yo por muchos años creí que las únicas actividades dignas eran las
que estaban de alguna forma relacionadas con el arte. Es también
una mujer increíblemente desprejuiciada y siempre fue muy moderna e
independiente. Eso debe ser en gran parte por el hecho de haber sido criada en
Viena antes de la guerra, en una familia mixta (mi bisabuelo era de origen
judío pero mi bisabuela no). Aprendió a leer sola, a los tres años, antes de ir
a la escuela por lo cual, cuando empezó a ir, parece que se aburría mucho. En
unas memorias que escribió hace unos años, cuenta que cuando en la escuela les
hicieron escribir una composición sobre el tema: "Qué quisiera ser cuando
sea grande", todas, pero absolutamente todas sus compañeras de clase
escribieron que querían casarse, tener hijos y cocinar. Y que ella para nada,
que quería hacer muchos viajes, vivir experiencias intensas y que "estaba
dispuesta a pagar los gritos de júbilo con la tristeza mortal."
Unos años
después de haber empezado a tener más relación con Susi, me enteré de sus
collages y de cómo, desde hacía años, se dedicaba a ellos sólo por el gusto de
hacerlos. No sé si se los había mostrado a alguien. Seguramente a mi abuela y
tal vez a alguna amiga pero esencialmente los hacía para ella.
Papá Noel
Los autores que firman los
Bolsillitos de la serie “Gatito” son: SiroB: Rompococo va a la escuela (160), Inés:La navidad de Berilín (146), La
carrera de Gatito (149) y La orejita
de Perlina (162) y Papá Noel:Gatito y
Rompococo (156) y Gatito futbolista(167).
También está firmado por
Papá Noel La Ronda del carnaval (155), que
son poemas y casi toda la serie de “Las Caperucitas”, nueve cuentos en total.
Pero hay un décimo, La serenata de las Caperucitas (151), que lleva
la firma de Inés. En medio de todos los Papás Noeles, aparece Inés.
No sé si esto es
justificación suficiente para decir que Papá Noel es un seudónimo de Inés. La fábrica de la lluvia, por su
explicación poética de los fenómenos naturales, me recuerda a los cuentos de la
serie de las estaciones e Inés escribía poesía para niños. Por otra parte, no
veo la razón de que haya utilizado un seudónimo si siempre firmaba con su
nombre de pila…
También aparece su firma en Colección Gatito.
También aparece su firma en Colección Gatito.
Nº28 Gatito en el Reino del Rey Adivinador
Por ahora, Papá Noel sigue
siendo un misterio.
El primer Bolsillito
de Marta apareció en 1955, se trata de Los
Negritos detectives (163), ilustrado por Chikie. Ya vimos que Marta se
ocupó de esta serie cuando Noñé dejó de hacerlo. Sus títulos de la serie de
Dominguita y Pantaleón son: ¿Qué hacemos
con la heladera? (189), La siembra
(217), La doma de Matasiete (221), El misterio de Pantaleón (224), El regalo de Dominguita (246) y La canción de la cosecha (251). A
excepción del primero, todos están ilustrados por Agi. El último con su nombre
es de principios de 1957.
Participó en Colección Gatito no sólo con cuentos complementarios sino también con la historia principal.
Participó en Colección Gatito no sólo con cuentos complementarios sino también con la historia principal.
Nº27 Gatito en el circo
Marta fue docente durante treinta años y compartió esta
vocación con la escritura de narrativa y poesía, para niños y para adultos, el
periodismo y el teatro. Colaboró en varias revistas infantiles como “Billiken”,
“Anteojito” y “Jardincito”. Su primer
libro de poemas Versos en sube y baja
(1967), de Editorial Pro Ediciones, ganó
el “Premio Nacional de las Artes” en 1969. También incursionó en el teatro, por
ejemplo con ¡Respetable público! 6 obras
de teatro para títeres (1974), Editorial Huemul; este libro ganó el “Primer
Premio Municipal de la Ciudad de Buenos Aires de Teatro Infantil”.
Entre
sus numerosos cuentos podemos citar: en la serie “Para hablar y para escuchar
“de la Editorial Plus Ultra. La pancita
del gato (1974), En el cielo las
estrellas (1980), La brujita Trick
(1980), Corazón de Galletita (1981), Queridos animalitos (1981). En “Los
cuentos de la vereda” de Editorial Propuestas: El sol en el bolsillo/ Juan y su caballo que comía jardines (1977).
En “Los cuentos del Chiribitil” del CEAL: Un
regalo de Pascua y El carretel de Tía
Iris (1978), que fueron republicados por Eudeba en 2015. En 1994 obtuvo el
“Premio Nacional de Literatura Infantil” por su libro 100 historias de Marta Giménez Pastor para leer antes de ir a dormir,
Editorial Sigmar. Publicó más de cuarenta libros infantiles.
Para
adultos escribió ocho libros de poesía;
algunos de ellos son: Canciones para el
mar y los caminos (1948), Después de
noviembre (1953), Cosas de la vida (1975).
Agua florida (1998) y diversas
antologías temáticas.
Escribió
crítica literaria y teatral para varios diarios y revistas.
“Soy escritora y no programo el
destino de mis obras ni elijo mis lectores. Feliz con mi profesión, escribo,
escribo sin preguntar para quién. A veces me aceptan mis contemporáneos, a
veces me aceptan los chicos y otras veces son las mariposas, las que llevan mis
manuscritos de árbol en árbol.”[15]
Sergio
Sergio es un autor
que me gusta mucho, lástima que no sé quién es. Como mencioné en el capítulo 2,
es el autor de toda la serie “Mi almanaque” de 1956, doce Bolsillitos en total,
uno por mes.
Pero, además, colaboró mucho en “Gatito” y los últimos números de “El diario de mi amiga” son casi todos escritos por él.
Nº34 Gatito y los 40 ladrones
Pero, además, colaboró mucho en “Gatito” y los últimos números de “El diario de mi amiga” son casi todos escritos por él.
Nº34 Gatito y los 40 ladrones
Escribía muy bien, es una pena no conocer su identidad.
—Para
los escritores es difícil señalar un momento de iniciación pero muchos rescatan
experiencias que de alguna manera marcan la "entrada" a la
literatura.
—Sí, yo asistía al taller de una gran dibujante europea que se
llamaba Agnes Lamm [16]y
que venía de Kunstkewerbe Schule, una escuela muy prestigiosa de Viena. Yo dibujaba
todo el tiempo y en realidad, mi primer texto partió de la imagen. Primero
dibujé un personaje y después le escribí un cuento. A ella le entusiasmó mucho
lo que yo había escrito y me llevó a la editorial Abril. Allí lo encontré a
Boris Spivacow en una pequeña oficina y me preguntó si yo escribía poesía. Le
contesté que sí y él me dio dos temas pero yo me trabé totalmente y no pude
escribir nada.
—¿Boris
Spivacow fue un maestro para vos?
—Absolutamente. Yo reconozco a tres maestros. A Spivacow como dije,
a Oesterheld, que me enseñó a escribir historietas y a Pedro Orgambide que
estaba en la redacción de los libros infantiles de Editorial Abril y me ayudó
mucho. Personas muy interesantes, muy buenos maestros.
Fragmento de una entrevista hecha a Beatriz Ferro por Ángela
Pradelli[17]
Vemos, por este testimonio, que Beatriz llegó a Abril
gracias a Agi. No fue en los sesenta, como leí en algunas páginas de internet,
sino en 1957 porque su primer Bolsillito,
Chiribín el pollito (258) es
de marzo de 1957; o tal vez dos años antes, en marzo de 1955, si consideramos
que es obra suya Domingo, el mago
organillero (158).
¿Cuántos Bolsillitos escribió Beatriz? Por lo menos,
quinientos. Es la más prolífica de todos los autores de la colección. Ya
hablamos de sus series y sus personajes principales en el capítulo anterior.
Participó activamente en Colección Gatito y tiene muchos cuentos en 2,3 y 4.
Nº59 Gatito en Año Nuevo
También vimos su obra en el CEAL y mencionamos El quillet de los niños(1970), enciclopedia en seis tomos, ilustrada por Oski, Enrique Breccia y Ayax Barnes.
Participó activamente en Colección Gatito y tiene muchos cuentos en 2,3 y 4.
Nº59 Gatito en Año Nuevo
También vimos su obra en el CEAL y mencionamos El quillet de los niños(1970), enciclopedia en seis tomos, ilustrada por Oski, Enrique Breccia y Ayax Barnes.
En 1974, salió en Editorial Estrada, la colección
“Cuentos para seguir contando”. En ella Beatriz publicó: Chiquitazos, chiquitotes, pequeñitos, grandulotes, un libro de poemas; y los cuentos El mago Mirasol y El secreto del zorro. Los tres tratan temas ecológicos: la falta de
cuidado de la naturaleza de parte del ser humano, la importancia de los árboles
y las plantas, y el equilibrio natural entre los animales carnívoros y los
herbívoros, respectivamente. Pero no son textos informativos, son poemas y
cuentos que enseñan de una manera que no se nota que están enseñando; es decir,
no parecen escritos “para enseñar determinada cosa”, algo extremadamente
difícil de lograr. El mago Mirasol,
especialmente, es muy divertido. María Elena Walsh también publicó en esta
colección.
El secreto del
zorro volvió a ser publicado por Estrada en 1994 en la colección “Los caza
cosas”, de la cual Beatriz era directora. También salieron en ella: Aquesí y Aquenó, Zapatos caminadores,Cuatro cuentos cándidos y Las locas ganas de imaginar.
En 1986, junto a Maria Elena Walsh, fue responsable de la Colección “Veo-Veo. Mi
primera biblioteca”, publicada por Hyspamérica. La misma consistía en un
fascículo informativo, que luego se encuadernaba junto a otros en varios tomos,
acompañado por un libro de cuentos con autores e ilustradores extranjeros de la
talla de Janosch, Gabrielle Vincent, Allan Ahlberg, René Escudié, Yvan Pommaux,
Robert Desnos, Erwin Moser, entre otros. María Elena publicó varios cuentos
suyos en esta colección, pero Beatriz, ninguno.
Mas tarde publicó en Página 12 la colección “¡Arriba el telón!”,
cuentos basados en óperas y obras de teatro,
e “Historias fantásticas de América y del mundo”, donde retoma las
adaptaciones de cuentos tradicionales, leyendas y mitos.
Como prueba de su primer vocación. la ilustración. tenemos el Bolsillito Nº695 Versos con gallos y un pato, escrito e ilustrado por ella.
Como prueba de su primer vocación. la ilustración. tenemos el Bolsillito Nº695 Versos con gallos y un pato, escrito e ilustrado por ella.
En 2001 recibió el “Premio Pregonero de honor” y fue
candidata al “Premio Andersen” en 2008.
Falleció en Buenos Aires en 2012.
Tuve el placer de trabajar con Beatriz
Ferro aproximadamente unos 10 años, en Editorial Atlántida. Beatriz comenzó a
desempeñarse como Asesora cuando Adolfo Imaz fue Jefe de Redacción y yo me
desempeñaba como Secretario de Redacción. En rigor, en ese tiempo, Beatriz me
fue presentada y, cuando nos cruzábamos en un ascensor o en un pasillo nos
saludábamos con cortesía y nada más. Luego me enteré que nuestro Director dio
indicaciones de que Beatriz asesorara al Jefe de Redacción.
Al poco tiempo, Adolfo renunció y a mí
me ascendieron a Jefe de Redacción. Allí tuve la dicha de trabajar con Beatriz
con frecuencia semanal. Solíamos charlar mucho sobre su experiencia en el campo
y me dio consejos más que útiles. Por ejemplo, gracias a ella conocí la Feria
de Bologna. Alguna vez le conté que yo había coleccionado una cantidad
importante de Bolsillitos, comprados en el kiosco de la esquina de mi casa unos
pocos años antes. Ahí me descolgué: la Beatriz que firmaba generalmente con
cursiva la mayor parte de los Bolsillitos, ¡era ella!.
Muchas veces charlamos sobre Boris, su
modo caótico de trabajar con las imprentas, por ejemplo: Boris solía dejar las
películas en las imprentas, de manera que cuando quería reimprimir, daba la
orden por teléfono. Eso me hizo entender por qué, a veces en cuestión de meses,
un título volvía a reimprimirse. Es que Boris a veces dejaba a criterio del
imprentero, el título a reimprimir. Por eso el mismo título puede tener dos o
tres números de serie.
Así me enteré de que Inés era Inés
Malinow, Sirob era Boris en espejo, Pedro era Pedro Orgambide, María Elena era
María Elerna Walsh, Marta era Marta Giménez Pastor, Yalí era Amelia Foresto de
Segovia, una escritora santafesina… También supe la identidad de los
ilustradores: Leo era Leonardo Haleblian (por entonces Jefe de Arte de Para
Ti), Chacha era la hermana de Oski, Ruth era Ruth Varsavky (una persona
encantadora; tuve la suerte de conocerla), Oski (Oscar Conti), también era un
tipazo; nos hicimos amigos y desde el hospital, le dijo a su mujer que me
regalara su último original, obra que tengo enmarcada, también conocí a Agi y
mis hijos se criaron con muñecos tejidos con hilo hechos por ella. Y hay
sorpresas: Guillermo, según Beatriz Ferro, era Guillermo Roux, hoy uno de los
pintores argentinos mejor cotizados en el exterior. Segunda sorpresa: Sánchez
Puyol era Héctor Germán Oesterheld. Quizá ese seudónimo esté relacionado con su
madre, vasca de nacionalidad.
Nunca supe quién firmó como Dibea.
Carlos
Silveyra[18]
Ya vimos, en el
testimonio de Horacio Clemente, que Pedro trabajaba en la Redacción de Abril.
Todos sus Bolsillitos, veintinueve en total, son
“Libritos sabios”. Tocó los temas más variados: El vuelo de Pepe Bolsillitos (261); Los piratas (284); Las casitas de los hombres (341; La historia del pan (356); El café (371); Godofredo y los oficios de la Edad Media (375). Hay muchos con
niños de diferentes razas o etnias: Timbé
el inciecito ona (276); Kori el
indiecito inca (292); Ungali el
cazador de canguros (346), Tucali un
indiecito pampa (359). También de episodios de la historia argentina: Juancho un chico de 1810 (316); Juancito y las Invasiones Inglesas
(327). Creo que la única excepción es Lindo
Lindoro (807), aunque también enseña cómo era la vida de los gauchos.
En la Colección
“2, 3 y 4” escribió muchos cuentos, por ejemplo: Tengo un hermanito (17); Carita
Dulce (18), ¡La muñeca se enfermó!
(22); ¡Tengo un amigo! (23): La murga (33); Gabriel en la peluquería (43), entre otros. Para “El diario de mi
amiga” escribió los tres de Dalvinha
(53, 55 y 59).
Entre su producción infantil fuera de Editorial Abril,
podemos citar: El Negro Tubua y la Negra
Tomasa, número 1 de “El pajarito remendado” de Colihue y Estaba la paloma blanca en “Los
morochitos”, de la misma editorial
Pedro fue periodista, músico y escritor de cuentos,
novelas, ensayos, obras de teatro y guiones televisivos.
Algunas de sus obras son: La vida prestada (teatro)
(1949); Horacio Quiroga. El hombre y su obra (ensayo) (1954);El
encuentro (novela) (1957);
Las hermanas (novela) (1959); La
buena familia (teatro) (1961);Concierto para caballero solo (teatro)
(1963); Crónicas de la burguesía (1966); Crónicas del
psicoanálisis (1966); Un tren o cualquier cosa (teatro)
(1967); Enciclopedia de la literatura argentina (1970); Hotel
Familias: Confesiones de un poeta de provincia (novelas breves)
(1972); Historias con tangos y corridos (1976); El caso
argentino. Hablan sus protagonistas (1977);El arrabal del mundo (1983);
Hacer la América (trilogía) (1984); Todos teníamos veinte años (1985); Gardel
y la patria del mito (1985);La mulata y el guerrero (1986);
Un caballero en las tierras del sur (1997).
Con respecto a
la música, escribió los textos y las letras de las comedias musicales Juan
Moreira Supershow (1972), con música de Carlos Núñez Cortés y Jorge
Schussheim, y Eva, el gran musical
argentino(1986), con música de Alberto Favero, dirigida por Nacha Guevara.
También fue bailarín de tango y folklore.
Siempre estuvo
comprometido políticamente, lo que motivó su exilio en México desde 1974 hasta
1983. Falleció en Buenos Aires en 2003.
Era hermana melliza de Ruth y, como ella, trabajaba en la
Redacción de Abril. Su primer Bolsillito es un “librito sabio”: Los pingüinos (272), ilustrado por
Horacio. Los demás son cuentos, escribió más de treinta, la mayoría en la
última época. Entre ellos figuran, ilustrados por Ruth: Coquena y los Reyes Magos (453), El reloj mágico (575), Un
hada y un brujito (577), El nombre
que faltaba (585), Pedro el cuervito
(587),Timpi el tapir (601),
El oso goloso (846), La escuela de los pajaritos (847), Reina la cabrita (853), El traje nuevo de Gusy (855), Un planeta para Gu (861). Ilustrados por Leo: Teobaldo el juglar (584) Guan y Ani (597) .Ilustrados por Agi: El gorro de Andrés (836), Juan Pablo y los cuatro colores (839), Gatito y la tigresa (840), La pavita mágica (842), Los tres osos (845), Llegó el circo (849), El potrillo rojo (865). Pocacosa la perrita castaña (848) está ilustrado por Ele y ¡La cosa más linda del mundo! (866) por Chacha.
El oso goloso (846), La escuela de los pajaritos (847), Reina la cabrita (853), El traje nuevo de Gusy (855), Un planeta para Gu (861). Ilustrados por Leo: Teobaldo el juglar (584) Guan y Ani (597) .Ilustrados por Agi: El gorro de Andrés (836), Juan Pablo y los cuatro colores (839), Gatito y la tigresa (840), La pavita mágica (842), Los tres osos (845), Llegó el circo (849), El potrillo rojo (865). Pocacosa la perrita castaña (848) está ilustrado por Ele y ¡La cosa más linda del mundo! (866) por Chacha.
Después de su paso por Abril, Edith ya no se dedicó a la
literatura infantil. Fue una microbióloga muy reconocida, con numerosos
artículos publicados en publicaciones científicas, por ejemplo en la revista Microbiología de la “Sociedad Española
de Microbiología”.
Queda la duda de algunos Bolsillitos firmados "Edith", especialmente los de la última época. Pueden ser que sean de Edith Vera, escritora santafecina. Me contacté con personas de esa provincia que investigaron su obra, pero nadie sabía que hubiese escrito para Biblioteca Bolsillitos. Sin embargo, un pàr de personas que conocoieron a Beatriz Ferro, me contaron que Beatriz decía que era ella. Otro enigma pòr resolver...
Yalí
– Amelia J. Foresto de Segovia (s/d)
No encontré mucho de
Yalí. Sé que es una escritora santafecina. En los Bolsillitos comenzó a
publicar en 1966. Algunos de sus títulos son: El camello de Baltasar (714); Nunú
en carnaval (720); El tranvía aburrido (721) El pinito de
Navidad (764); La lluvia (783); Los dibujos traviesos (791); El zapato izquierdo (805). Todos
están ilustrados por Ruth, excepto el último mencionado que es de Agi.
En los cuentos de
Polidoro tiene toda la serie de “Leyendas de América” (ilustrado por Ignacio Corbalán) y “Leyendas europeas”. Entre estas últimas
hay cuentos maravillosos como Brita y las
nornas y El atado de heno, ambos con heroínas inolvidables, magníficamente
ilustrados por Chacha. La tercera serie, reunidos en la antología “La pajarita
de papel y otros cuentos”, son originales suyos, nueve cuentos en total,
ilustrados por Ruth. Mi preferido es La
navidad del gato feo.
Más adelante publicó en Editorial Bonino El mundo de Gunga (que no sé si es el
mismo texto que El muñeco de Gunga ,Bolsillito Nº741) y Chispitas, una antología que incluye El tranvía que fue casita (Bolsillito Nº721). Es el mismo cuento con algunas variaciones dignas de analizar. El maestro no lo usa como escuelita sino como casa (¿no es políticamente correcto un tranvía-escuela?)Y,al final, el tranvía no pasea por el Botánico y el Zoológico (¿porque la Editorial Bonino es de Santa Fe?).
Para chicos más grandes publcó Para asustarte mejor y Dos pasos en el misterio y otros cuentos de miedo y suspenso.
Para chicos más grandes publcó Para asustarte mejor y Dos pasos en el misterio y otros cuentos de miedo y suspenso.
El famoso dramaturgo, novelista y cineasta, autor de
obras como El puente (1949) y El pan de la locura (1958), también
participó en la colección. Tiene un único Bolsillito: El club de los pajaritos (110), ilustrado por Ruth.
En otras colecciones de Abril escribió, por ejemplo: Pelusa en la República Argentina, ilustrado por Iris de Paoli y A la ronda, ronda, ilustrado por Agi, ambos de la colección “La ventanita”.
En otras colecciones de Abril escribió, por ejemplo: Pelusa en la República Argentina, ilustrado por Iris de Paoli y A la ronda, ronda, ilustrado por Agi, ambos de la colección “La ventanita”.
Este poeta, autor de los poemarios Fábula del corazón
(1939) y El bailarín (1957), es el autor de los versos de En la calesita del viejo Horacio (159)
Fue un maestro, profesor y poeta santafecino. Suyos son
los versos de Gallito travieso (168).
En Editorial Sigmar publicó varios cuentos, entre ellos: Una laucha glotona, en colección “Había una vez”, Los alumnos de Kikirikí, en “Álbumes infantiles” y Desfile de campeones, en “Grandes álbumes infantiles”.
En Editorial Sigmar publicó varios cuentos, entre ellos: Una laucha glotona, en colección “Había una vez”, Los alumnos de Kikirikí, en “Álbumes infantiles” y Desfile de campeones, en “Grandes álbumes infantiles”.
Otro maestro-poeta y,
además dramaturgo. Entre sus obras figuran: Las
fiestas de mi escuelita (1924); Teatro
histórico infantil, basado en leyendas; Fábulas
en acción, dramatización de fábulas clásicas; Joyitas (1930); Nuevo ritmo
de poesía infantil (1943); Poesía
infantil recitable; El arte de
escribir para los niños; El alegre
folklore de los niños.
En nuestra colección tiene Versos de Bolsillttos (172), una antología de algunos de sus
poemas.
También maestro,
trabajó muchos años en Chubut alfabetizando a los indígenas. Es autor de
cuentos infantiles, por ejemplo: Vueltatrás
y otos cuentos infantiles (1935) y de obras para adultos, entre los cuales
podemos citar: Voces y costumbres del
campo argentino (1942); San Martín,
el maestro (1947) y Diccionario de
Martín Fierro (1953)
Su único Bolsillito es La estrella que cayó en el monte (181).
Fue un escritor,
poeta y músico.uruguayo, aunque algunas fuentes dicen que nació en Brasil.. Entre sus obras figuran El Candombe, reeditado por Colihue en 1995, un ensayo sobre los
orígenes de esta danza, y Pregones del
Montevideo Colonial, escrito en colaboración con Eduardo Peña, publicado en
Montevideo por la Editorial Mosca (1968).
Su único Bolsillitos es: Canciones para chiquitos (293), ilustrado por Ruth. Uno de los
poemas, “Chumbita la mucama”, comienza así: Soy
sirvienta del Alcalde/ soy candombera neglita”.
Su verdadero nombre era León Leclére, su seudónimo está
tomado de dos óperas de Wagner. Fue un
poeta y pintor francés, que se asoció con Maurice Ravel para escribir las
letras de sus composiciones musicales.
Falta nombrar a los demás poetas presentes en
la antología Los chiquitos dicen versos
(137): Juana de Ibarbourou, José Sebastián Tallón, Leopoldo Lugones, Fernán
Silva Valdés y Rafael Obligado.
Y
también los autores originales de las adaptaciones:
- Los autores de los libros
en los cuales se basó Disney: Carlo
Collodi, autor de Pinocho; Felix
Salten, autor de Bambi, Helen
Aberson, autora de Dumbo; Dorothy
Gladys Smith, autora de 101 dálmatas.
- Los cuentistas clásicos:
Charles Perrault, Jacob y Wilhem Grimm, Hans Christian Andersen.
Charles Perrault Hans Christian Andersen
Jacob y Wilhem Grimm
Charles Perrault Hans Christian Andersen
Jacob y Wilhem Grimm
. Los autores contemporáneos:
Bushmiller, autor de Periquita:
-Los autores de canciones:
René Briand, autor de En alta mar:
Edith Preston, autora de la recopilación de Todos
a cantar (856)
Finalmente debo agregara
los autores de uno o varios Bolsillitos
de los cuales no tengo otro dato que su seudónimo o nombre:
- Adela: En el país del boletín (707)
-Alberti: Es autor de varios
libritos sabios: Las abejitas (178); ¡Vamos al fondo del mar! (197); El hormiguero de vidrio (223) y Los elefantes (232).
- Amalia: Joselín y su violín (502); El
osito Paso-Pasito (532)
-Ángela Koduss: La camioneta que no quería caminar
(267)
-Carso: También tiene
exclusivamente “libritos sabios”: Los
pieles rojas (175), En el centro de
África (199) y Los cowboys (210)
- Dora: Doña Hormiga (478)
- Emi: Contando y pintando (263), Navidad
en el bosque (294)
- Lil: Silvestre (610), El Señor Carnaval (614), El
enanito Nito (628)
- Lilián (No sé si es la
misma que la anterior, puede que se la ilustradora Lillian Obligado): Colita (103)
- María: Muchosrrulos la muñeca (852)
-Maricel:Se enojaron los colores (843), Poldi
(850), Pomponio (857)
-Matheo, J.: También autor
de informativos: Un paseo por la luna
(182), ¡Al Polo! (191) y El mundo es redondo (204)
- Pérez, W. (es curioso, los
autores de “libritos sabios”, excepto Pedro, firmaban con su apellido): Los hombre vuelan (186) y La historia de Goti (215)
- Ricardo: Los animales y sus hijitos (321)
-Valle,D. (Y aquí tenemos un
autor de cuentos que firmaba con su apellido): El negrito campeón (154) y Los
siete colores (166).
-Villar, M.: El caballero Amadís (227) y Las carabelas (236).
[1]
Entrevista vía mail, setiembre de 2018.
[2]
Entrevista via mail, mayo de 2015.
[3]
Entrevista vía mail, julio de 2018
[4]
Oesterheld trabajaba como geólogo en el Banco de Crédito industrial; al mismo
tiempo escribía cuentos infantiles y textos de divulgación científica para
Editorial Códex,
[5]
Reportaje a Boris Spivacow en Delia Maunás, Boris
Spivacow. Memoria de un sueño argentino, Buenos Aires, Colihue, 1995.
[6]
Palabras pronunciadas por Graciela Montes en un acto poco después de la muerte
de Boris Spivacow, publicadas en : Judith Gociol, Boris Spivacow, el señor editor de América Latina. Buenos Aires,
Capital intelectual, 2010.
[7]
Entrevista via mail, julio de 2018
[8]
Eleonora María Smolensky y Vera Vigevani Jarach, Tantas voces, una historia, Italianos judíos en la Argentina 1938-1948,
Buenos Aires, Temas Grupo Editirial, 1999.
[9]
Ídem a la anterior
[10]
Testimonio de Susi Hochstimm en Delia Maunás, Boris Spivacow. Memorias de un
sueño argentino, Buenos ies, Colihue, 1995.
[11]
Ídem a la anterior.
[12]
Ídem a la anterior
[13]https://www.facebook.com/Susi.Hochstimm/
[14]
Entrevista via mail, agosto de 2018
[15]
Palabras de Marta extraídas del blog realizado por su familia:
http://martagimenezpastor.com/
[16]
Se trata de Agi.
[17]
En el Suplemento Las/12 del diario Página 12, 10 de marzo de 2000. Extraído
de la Revista Imnaginaria N°30, 26 de
julio de 2000.
[18]
Entrevista vía mail, julio de 2018
Claudia Prieto-Malinow Muchas gracias Susana Navone por tu energía y trabajo! Muy emocionante tu esfuerzo para que todos estos libros y sus autores no caigan en el olvido.
ResponderEliminarGracias♥️
Lili Morales Qué maravilla, Susana!
ResponderEliminarMaría Alicia Esain Muy agradecidos por tu trabajo!!!
ResponderEliminarMuchas gracias Susana por esta labor impresionante.!!!Que forma tan hermosa de trasmitir la historia, las costumbres,los valores, el amor a la Naturaleza y la educación que fue transformándose con el tiempo. Gracias por esa labor silenciosa que ahora a través de las herramientas digitales podemos poner nuevamente al alcance de nuestras nuevas generaciones.
ResponderEliminarMuchas gracias, Nilda, por tus palabras. Cariños.
EliminarSuper artykuł. Pozdrawiam serdecznie.
ResponderEliminarexcelente! excelente! excelente! un hallazgo este blog, este homenaje... estoy muy muy emocionada
ResponderEliminar¡Muchas gracias, Sandra!
ResponderEliminarHola!! Que liindo...si alguien sabe ...me gustaría conseguir los 4 tomos de ediciones Bonino de cuentos infantiles,eran edición tapa dura...mi hna conserva los suyos...y me gustaría encontrar los otros dos.gracias
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminar¿Alguien sabe cómo impedir que entre spam publicitario en los comentarios? ¡Me están llenando todos los comentarios de mis blogs de basura!
ResponderEliminar