23/6/19

Capítulo 5: Los autores

Después de mucho meditar en qué orden ubicar a los autores e ilustradores, decidí hacerlo por el orden en que aparecen en la colección, o sea, ordenarlos por su primer Bolsillito.


Noñé – Estela Pigretti (1918-1985)



 Estela y Boris con su nieto Martín (julio 1982)

            Estela y Boris se conocieron en 1940 y se casaron en 1945, De ahí en más, estuvieron juntos hasta la muerte de ella, o sea, cuarenta años.
            Para sus obras infantiles utilizaba dos seudónimos: “Adelia Mar” y “Noñé”. Sus primeras obras en Abril son de 1947, por ejemplo la adaptación de Caperucita Roja en “Cuentos de Abril”, y de La Sirenita  en “Colección Regalo”, firmados como Adelia Mar. En “La ventanita” también tiene varios, recordemos que esta colección tenía los textos en verso. Como Adelia Mar: La Nochebuena de los juguetes (1948), 1, 2, 3 y sigue hasta 10 (1948). Como Noñé: Contemos los patitos (1948), Ya voy a la escuela (1950).
              También escribió para "Colección Gatito·.



 Nº10 Gatito y los bandidos

            Sus primeros Bolsillitos son adaptaciones de cuentos de Disney: El patito feo (1), El pato Donald (2), Bambi (5). Pero también de clásicos Caperucita Roja (6), Los tres osos (18), Hansel y Gretel (22). Los  primeros cuentos de su autoría son Lauchita Rin-Rin (41) , ilustrado por Alberto del Castillo y El regalito de Navidad (42), ilustrado por Breccia.



            Luego siguieron Ropitas y figuritas (74) y Animalitos y figuritas (82); el primero con Alberto del Castillo y el segundo con Breccia;  los cinco primeros títulos de la “Los Negritos”, Pepe P. Pino (113), uno de los dos desplegables verticales; todos con Breccia. Mucho más adelante: Banderín (476), ilustrado por Ruth.




            En 1965, ya al frente de la Editorial La Encina,  comenzó a publicar la revista Enciclopedia preescolar, que salía semanalmente en los kioscos.



Noñé era la directora, pero también escribía algunos textos. En esta enciclopedia participaron muchos de los autores de Bolsillitos: Susi, Beatriz, Yalí; así como también muchos de los ilustradores: Agi, Csecs, Chikie, Leo, Guillermo. Esta misma enciclopedia salió en 1970 con el título de Gran Enciclopedia de los Pequeños en tomos encuadernados, once en total.  En los últimos 4 tomos, que son sobre animales y salieron en los ochenta, la directora de la colección pasó a ser Graciela Montes.



            El primer capítulo del tomo 1 (correspondiente a la primera revista de los sesenta) se llama “Los niños del mundo” y fue escrito por Susi e ilustrado por Agi en su versión original. Así siguió saliendo por quince años en las distintas reediciones. Pero, en la de 1980, con la misma tapa y los mismos capítulos, se reescribió y se volvió a ilustrar el primero. Las nuevas autoras son Graciela Montes y Julia Díaz. Tal vez haya algún otro capítulo cambiado en otros tomos, yo sólo encontré este.
            ¿Por qué ese cambio? Por los ya famosos “negritos”. Evidentemente los ochenta ya era otra época muy diferente, en algunos aspectos.

    A mamá le hubiera gustado mucho saber que estos textos para niños, que escribió casi como un pasatiempo, perduraron en el tiempo y tienen interés para algunas personas. Amaba la literatura y era una gran lectora. Sufría con Proust, se divertía con Joyce Cary y adoraba a García Lorca, con sus poesías plenas de alegría y profundidad.
     Desde muy chicos, a los tres, nos leyó cuentos y poesías para niños, estimulándonos a disfrutar de la literatura en todas sus formas. En casa, los libros y los escritores estaban permanentemente presentes, en la vida cotidiana y en las conversaciones.
    Cuando hoy la recordamos, cada uno de nosotros tiene  distintas imágenes de mamá, tanto a lo largo de su vida como en la relación con cada uno de nosotros. Los chicos le gustaban mucho y esa era una de las áreas en que más fácilmente demostraba sus sentimientos. Era muy discreta y enormemente solidaria. Era también muy inteligente, aunque escondía un poco sus méritos en lo intelectual. Los textos para niños de mamá tienen tal vez la frescura y la alegría que a ella le hubiera gustado tener en muchos momentos de su vida.
    Mamá nació en 1915 y murió en 1985. Papá empezó a trabajar en Abril cuando se casaron. Hasta ese momento él no tenía un trabajo estable, daba clases de lengua a extranjeros y entre sus alumnos estaba Paolo Terni, uno de los dueños de Abril.
   Papá y mamá se conocieron  4 años antes, en la facultad de Ciencias Exactas. Ella estudiaba química y él matemáticas.
Irene Spivacow (hija de Estela Pigretti y Boris Spivacow)[1]

Estela y Boris con su nieta Lucila




Inés – Inés Malinow (1922-2016)  




            Para cuando yo empecé a amar los Bolsillitos, en 1960, mi mamá ya casi no escribía ya para Boris. Sí, en cambio, lo hacía Beatriz Ferro, que era una buena amiga de Inés. Lo mismo puedo decir de Marta Giménez Pastor, que fue una escritora espléndida y también una muy buena amiga. Con respecto a los Bolsillitos, Lolo el marinero, recibió ese nombre en homenaje al hermano de Inés, Manuel René Malinow, un científico eminente que emigró a los Estados Unidos en 1963 y al que la familia llamaba Lolo.
También Manolín, el zapatero, tiene una referencia familiar. Era Manolo, o sea Manuel Wechler, un primo que mi mamá adoraba y que en la vida real era juez federal, además de ser un tipo encantador y muy travieso de chico.
Un tercer Bolsillito, Nina la bailarina, era un homenaje a Nina Vyrubova, una bailarina maravillosa que Inés admiraba mucho. Como sabrás, la danza fue también una de sus pasiones y fue crítica durante años en diversos medios, entre ellos La Nación y La Gaceta de Tucumán.
Virginia Fineberg  (hija de Inés Malinow)[2]



            Su nombre completo era Lydia Inés Malinow,  pero siempre utilizó su segundo nombre.  Es la primera autora argentina en tener un cuento propio en los Bolsillitos. Entre 1952 y 1956 publicó setenta y un cuentos, más otros tres a fines de los sesenta. Son suyas las series de Inosito, de las estaciones del año, de Cucucito, de Pepe Bolsillitos, de Escamita la sirenita, muchos de los de Gatito y uno de las Caperucitas. 


Vuelvo a reiterar mi duda acerca de los otros cuentos de las Caperucitas y  algunos de Gatito firmados por Papá Noel. Tal vez se ocultaba también tras este seudónimo.
            Escribió muchos cuentos e historietas para “Gatito”, y también participó en otras colecciones de Abril como “¡Qué parejita!” y “Cuentos de Abril”. 


                                                            Nº6 Gatito y los reyes Magos

Para el CEAL adaptó Las aventuras de Pinocho en varios números de “Los cuentos de Polidoro” que luego fueron publicados todos juntos en un tomo. En editorial Sigmar publicó  muchos cuentos de la colección “Mis animalitos” y otros de mayor formato como Muchas veces cuatro patas, 100 cuentos de Inés Malinow y Un violoncelo llamado Gómez. En Plus Ultra ¡Aquííí Inosito! y ¡Buena suerte, Inosito”; en Kapelusz Osito Kinkajú…son sólo algunos, su producción infantil abarca más de cien títulos (sin contar  los Bolsillitos).



            También escribía poesía para niños, por ejemplo: Canciones para mis nenas llenas de sol y Versitos para caramelos en Editorial Ciordia y Rodríguez; y El libro de las nanas, en Ediciones Fariña.
            Para adultos publicó cuatro novelas: Lunes, mi enemigo (1962), Entrada libre (1978), La fascinación (1992), las tres en Editorial Emecé. La última, El ruido de la vida (2006) fue publicada por Editorial Nueva Generación. Tiene algunos libros de cuentos como Distancia fija (1973), de Editorial Taller, La tercera mitad (1983), de Editorial Celtia y Puertas de la noche (1990), de Torres Agüero. Muchos de poesía, entre ellos: Poemas de estrellas y viento (1949), publicado por La Cámara Argentina del Libro, Tiempo deshabitado (1958) de Ciordia y Rodríguez, Páramo intemperie (1968), de Emecé.
            Practicó el periodismo cultural en diversos diarios (El Mundo, Clarín, La Nación, La Prensa) y revistas culturales (Leonardo, Sur, Oeste, Puro Cuento, El Urugallo, Polifonía, Mundo de la danza, Danza, Teatro Colón). Sus artículos no eran solamente de crítica literaria sino también sobre danza clásica, área que conocía muy bien y que la apasionaba. Escribió libros sobre el tema, por ejemplo Desarrollo del ballet en la Argentina (1963), de Ediciones Culturales Argentinas.
            Fue profesora de literatura en varios colegios secundarios y la primera persona en Argentina en dictar talleres de escritura creativa (1969), Recibió numerosos  premios por su labor literaria, tanto infantil como para adultos, otorgados por instituciones como la Sociedad Argentina de Escritores, La Cámara Argentina del Libro y El Fondo Nacional de las Artes.
            En 1984, bajo la presidencia de Raúl Alfonsín, fue nombrada  Agregada Cultural de la Embajada Argentina en Bélgica. Desempeñó este cargo hasta 1989, difundiendo la cultura argentina por medio de eventos culturales y publicaciones de  libros de homenaje a nuestros mayores escritores como Borges y Cortázar. Por esta labor fue condecorada con la Orden de la Corona en el Grado de Gran Oficial, en 1991, por el rey Balduino de Bélgica.
            Falleció en Buenos Aires, a los 94 años.

Me resultaría imposible enviarte una semblanza de mi madre de tanto que habría que decir. Me limitaré a contarte que la imagen que más guardo de mi madre es la de ella sentada frente a su máquina de escribir, siempre escribiendo. A mi madre le interesaba, más que nada en el mundo, la escritura, la lectura, la danza.  Escribió y colaboró en casi todos los diarios y revistas importantes que se publicaron en la Argentina. Fue la primera persona que abrió un taller literario en la Argentina. Terminó su carrera como diplomática al ser nombrada por el Presidente Alfonsín como Agregada Cultural en la Embajada Argentina en Bruselas.
Claudia Prieto Malinow (hija de Inés Malinow)[3]



Héctor Sánchez Puyol – Héctor Germán Oesterheld
 (1919 – 1978)




            Héctor se puso Sánchez por el apellido de su esposa y Puyol por el de su madre, pero, según testimonio de la primera, hubiera preferido firmar sus cuentos con su verdadero nombre. Eso nos remite a una política editorial y no a una decisión de los autores. Sin embargo,  sus cuentos de “El diario de mi amiga” están firmados con su apellido.
            Sus primeros textos fueron de divulgación científica ya que Héctor no había estudiado literatura sino geología. Boris lo cuenta sí:

            Oesterheld apareció un día de la calle, me dijo que trabajaba en el Banco Industrial…o Hipotecario, y que escribía fundamentalmente para chicos.[4] En aquel tiempo yo estaba preparando la colección Hoy y mañana. Era una colección de divulgación científica para chicos y adolescentes que había pensado Civita…En ese momento fue que apareció Oesterheld. Viene y me dice: “Mire, yo soy geólogo, pero me gusta escribir. Querría hacer una prueba.” Le di para hacer La vida en el fondo del mar, y él hizo un texto precioso-fue el primero de esa colección.[5]
            En1947 salieron La vida en el fondo del mar  y La vida de los animales prehistóricos,  ambos bajo el nombre de Héctor Sánchez Puyol. En 1948, El mundo maravilloso de los insectos, con el mismo seudónimo; La extraordinaria aventura de la Tierra, con otro diferente: “Germán de La Vega”, y La aventura del petróleo, otra vez como Sánchez Puyol.


            Su primera obra literaria en Abril es La rifa del gorrión, un cuento largo de la colección “Cuentos de Abril”, publicado en octubre de 1947.




 Al año siguiente inauguró la colección “Yo soy” con Yo soy el pingüino, una adaptación de un cuento de Disney. En esta colección tiene, por lo menos, una docena de cuentos. 




También escribió algunos de “¡Qué parejita!”. Ya vimos que escribió tres títulos de “El diario de mi amiga” y, por lo menos uno, en "2,3 y 4" . También participó en "Cuadernos de Gatito", pero, especialmente, fue el “alma mater” de “Gatito”.



Primera página de Cuadernos de Gatito Nº2, Gatito Boxeador


                       

           
 Nº6 Gatito y los Reyes Magos

Para Biblioteca Bolsillitos escribió 16 cuentos y 3 “libritos sabios”, entre 1952 y 1957. Entre sus primeros títulos, podemos citar: La granja (8), Los ratoncitos (14), Los perritos (17), Los pajaritos (30) y Los burritos (33), todos ilustrados por Breccia (para enloquecer de placer a los fanáticos de estos dos historietistas).





            Además de  Códex, también trabajó para Sigmar. Tiene muchos cuentos en la colección “Mis animalitos”, la mayoría de ellos ilustrados por su hermana Nelly (Chikie), y también en “Älbumes infantiles”; por ejemplo El Señor Quesete y su escuelita, firmado como Oesterheld  o Jugamos mientras llueve, firmado Sánchez Puyol.




            Sin embargo, a pesar de su vasta producción de literatura infantil, se lo recuerda más como guionista de historietas. Comenzó a escribirlas en Abril, por pedido de Boris, y pronto se convirtió en uno de los mejores. Los primeros salieron en la revista “Cinemisterio”, en 1951: lan y CrazyLord Commando y Ray Kitt. Esta última era dibujada por Hugo Pratt, con quien  hizo El sargento Kirk, para la revista “Misterix”, en 1953.  Otro personaje suyo famoso de “Misterix” fue  Bull Rocket que apareció un año antes, dibujado por Paul Campani.El indio Suárez, dibujado por Carlos Freixas, apareció en “Rayo Rojo”.
            En 1957 fundó, junto a su hermano Jorge, la Editorial Frontera. En ese momento abandonó Abril y llegó a un acuerdo con sus directivos: les dejaba el personaje de Bull Rocket para que lo continuaran otros artistas, pero conservaba al Sargento Kirk.
            Dentro de la enorme obra de Oesterheld como historietista, se destaca El Eternauta, que apareció por primera vez en la revista “Hora cero semanal” en setiembre de 1957 y continuó, en entregas semanales, hasta 1959.  Fue dibujado por Solano López.  El Eternauta reapareció en 1969, en la revista “Gente”, esta vez con la colaboración de Alberto Breccia. Su contenido varió, estaba comprometido políticamente, como el propio Oesterheld

Durante la segunda dictadura militar, Héctor y sus cuatro hijas, se unieron a la agrupación “Montoneros”; fue jefe de prensa de la misma.
            Todo sabemos la tragedia que vino después: la desaparición y el posterior asesinato de Héctor y sus cuatro hijas, por obra de los militares de “El Proceso”.
Primero fueron asesinadas sus hijas, dos de ellas estando embarazadas, y tres de sus yernos. Oesterheld estuvo detenido en los centros “El Vesubio” y “El Sheraton”; se cree que su muerte tuvo lugar en 1978.

Para saber más de Héctor: http://archivohgo.blogspot.com/



SiroB – Boris Spivacow (1915-1994)



Boris y su nieto Diego (noviembre de 1992)

            Ese nombre se me antojaba entonces, a los 5, a los 6 o a los 7 años, extrañamente oriental, nombre de genio de lámpara, de efrit, de hombre de ojos oscuros y con turbante. Veinte años después me enteré de que Sirob era un juego; el nombre-disfraz de un tal Boris, que no tenía los ojos oscuros sino azules, muy destellantes, pero que al final de cuentas sí era un efrit, porque entre mi escena infantil junto a mi pila de Bolsillitos y el día en que lo conocí- algo temblorosa yo porque él ya era para mí un hombre admirado; inquisitivo él, generoso y un poco burlón- ya había publicado miles de títulos y decenas de millones de libros. Y eso es algo que sólo los efrits son capaces de hacer en un país como el nuestro,
Graciela Montes[6]

            ¿Qué se puede decir de Boris que ya no se haya dicho? Solamente algunos datos que marcan el derrotero de su vida.
            Era argentino, hijo de inmigrantes judíos rusos. Creció en la Ciudad de Buenos Aires. Comenzó a estudiar ingeniería, por consejo paterno, pero pronto abandonó esta carrera y terminó la licenciatura en matemática. Mientras estudiaba, trabajaba dando clases de español y, como vimos, así conoció a Civita, Terni y Levi. En 1941 empezó a trabajar para Abril como free-lance  y en 1945 como empleado fijo.
            En 1937, junto a su primera esposa Sofía Nogué Acuña, fundó el grupo Aráoz. Un año después se separaron y en 1945 se casó con Estela Pigretti con quien tuvo tres hijos y convivió hasta la muerte de ella.





                  Nº34 Gatito y los 40 ladrones

            En Abril, no sólo fue director de las colecciones infantiles, sino también autor en varias colecciones, entre ella "Yo soy", "Gatito", "El diario de mi amiga", "colección Gatito"  y, por supuesto, Bolsillitos.




            En 1955, después de la caída de Perón, fue nombrado profesor de Análisis Matemático en la Facultad de Ciencias Exactas. En 1958 fundó  la Editorial Eudeba. Seguía  siendo profesor en Ciudad Universitaria y  trabajando para Abril como colaborador externo.
            En agosto de 1966, a causa del golpe militar de Onganía, renunció a Eudeba y, en setiembre del mismo año, fundó el Centro Editor de América Latina, que sufrió, como todos sabemos, en la década del ochenta,  por obra de  la segunda dictadura militar, el  secuestro y la quema de  miles de libros.
            En 1983 se enfermó su esposa y Boris también comenzó a tener problemas de salud.  Estela murió en 1985.
            En 1989 recibió el “Premio Sudamericano de Ciencias Sociales”, otorgado por el Centro de Estudios Históricos, Antropológicos y Sociales Sudamericanos. En 1994 fue nombrado “Profesor honorario” de la Universidad de Buenos Aires.
            Falleció en julio de 1994; un año después desapareció el CEAL.


Boris y su hija Irene (1988)

            Terminamos su semblanza con el recuerdo de otro escritor que trabajó para él y que, además, recuerda a otros miembros de su equipo:

            Es muy poco, además de exclusivamente anecdótico, lo que puedo contar de mi paso por la sección “Revistas Infantiles” de editorial Abril. Allí se editaba Bolsillitos, la colección creada y dirigida por Boris Spivacow. Ingresé como corrector de textos gracias a la gestión de Pedro Orgambide con quien había sido compañero de redacción en el diario Noticias Gráficas y de quien fui amigo y vecino en el barrio Belgrano R.
Orgambide integraba, también como empleado, la redacción de Bolsillitos. Y cuando me consiguió ese trabajo me previno: “Cuidate. En esta Sección no hay corrector que dure. Boris los echa a todos”.
“Boris” era Boris Spivacow, el creador y Director de Bolsillitos
Una mañana, justamente, (trabajábamos de 8 a 14), Boris me llamó a su escritorio y pidió que me sentara frente a él; sus gestos no era alentadores. Me mostró un texto corregido por mí. Me dijo:
—Decime, Clemente; para vos, ¿qué es la coma?
Yo conocía en ese entonces las reglas gramaticales, pero por encima. Y cuando le contesté qué era la coma para mí, casi me devora. Me di por despedido.
Me quedé mudo y atemorizado. Entonces Boris comenzó a explicarme qué era la coma para él. Honestamente entendí poco de lo que me explicó y no me acuerdo qué dijo, pero me mantuve mudo, mirándole a los ojos y como si comprendiera todo lo que decía. Quizá por eso no me echó. Y así seguí unos meses más.
Sin embargo Orgambide, que evidentemente me apreciaba y tenía bastante ascendencia en la Editorial, consiguió que me trasladaran a otra sección y como redactor: la sección “Revistas Juveniles” donde se editaban Misterix y Rayo Rojo. Allí permanecí cinco años. Después, bastante después, volví a tener a Boris como jefe supremo: fue en EUDEBA y luego en el Centro Editor de América Latina, aunque no como corrector.
Pese al poco tiempo en que compartí la redacción de Bolsillitos, además de ese semichoque con Boris, algunos otros recuerdos me han quedado. Son recuerdos que considero entrañables, ya que a menudo los recuerdo. Me acuerdo, por ejemplo, del rostro amable y sonriente de Hugo Csecs; alguien a quien solo veía cuando llegaba a la revista para entregar o retirar algún trabajo de ilustración; alguien que me resultaba muy grato, muy amigo. También de uno de los cuentos que debí corregir sobre un calesitero y su calesita; claro: era de Orgambide. También de Ditti, otra de las dibujantes o tal vez diagramadora. Y de Ruth y  Edith Varsavsky dos genias que se me representan de pie señalando o mostrando las páginas de un numero de Bolsillitos que estaría por publicarse y a quienes seguí viendo después que me retiré de Abril. Y otra remota imagen que también me ha quedado: la de la escritora Beatriz Ferro, a la que me parece verla en la redacción, no solamente joven, sino bella.
Horacio Clemente[7]




Boris con su nieta  Ana (diciembre de 1987)



Nora- Eleonora María Smolensky (1929)




            Nora nació en Triestre en 1929. Dejemos que ella misma nos cuente su historia:

            Tenía nueve años y medio en marzo ’39, cumplí diez en julio, ya en Argentina. Familia: mi padre era director de “Assicurazioni Generali” di Trieste, así que era una familia de clase media acomodada. Íbamos a esquiar en el invierno y también pasábamos las vacaciones de verano en la montaña porque vivíamos al lado del mar. Vivíamos en una casa de tres pisos con jardín, con auto, etc. La ruptura fue no poder ir más a la escuela pública y tener que ir a una de la comunidad judía donde, en parte, yo me sentía extraña y, además, me miraban mal porque los que iban ahí desde antes no aceptaban a los que caían, en ese momento, por razones de fuerza mayor. Entre las cosas que tuve que dejar, estaban los juguetes.[8]

            Como en el caso de los fundadores de Editorial Abril, Nora y su familia tuvieron que dejar Italia por causa de las leyes fascistas. La comunidad de judíos italianos en Argentina ayudaba a los recién llegados y se formaban lazos de amistad.

            Yo entré a trabajar, a los dieciocho años, en Editorial Abril, creada por Cesare Civita y Paolo Terni. Tuvieron cierta resistencia en tomarme porque querían evitar eventuales conflictos con hijos de amigos. Y, al poco tiempo, me encontré yo ante una huelga y como mi padre me había enseñado que no había nada peor que ser rompehuelgas no sabía cómo manejar mi lealtad hacia Terni, quien me había empleado. Así que fui a decirle que me iba a adherir a la huelga y, por supuesto, lo entendió. A la distancia, supongo que mis escrúpulos le deben haber causado gracia. Para mí fue fundamental ese período porque descubrí todo un mundo nuevo. Decubrí a la “intelligentsia” de izquierda, además, todos los que dibujaban las historietas de Walt Disney se creían futuros Picasso y los que las escribían, iban a ser literatos famosos. Era gente muy divertida, muy inteligente.[9]

            Nora se desempeñaba como secretaria de las colecciones desde el punto de vista literario. Su nombre aparece por primera vez en los Bolsillitos en el número 25 Colorín Colorado, un cuento de Inés del cual es ilustradora; esa es su única participación en 1952. Pero al año siguiente nos deslumbró con El librito escenario de mi calle (65) y El librito escenario de mi tren (68), los dos primeros desplegables de la colección, escritos e ilustrados por ella. Siguieron: ¡Vengan a pintar! (83), donde, como vimos, enseña a los chicos a dibujar, y ¿Dónde está mi perrito? (87), un Bolsillito  “con sorpresas”. El primero de sus cuentos no ilustrado por ella misma es Los Reyes Magos (96), que ilustró Chikie.



            Más adelante creó las series de “Pinocho y Pinochita” ilustrados por Chikie,  las de “Panchita” y “Panchito”, con ilustraciones propias y “Puf-Puf” el conejo mágico”, ilustrados por Ruth.  Escribió cincuenta y ocho Bolsillitos ente 1953  y 1963, entre ellos algunos “libritos sabios” como El rinoceronte y el pajarito (281), ilustrado por Csecs.




             Participó mucho en Gatito escribiendo no sólo cuentos e historietas sino también la historia principal y tiene muchos cuentos en "2, 3 y 4".


                                                               Nº11 El mago Gatito


             A los veinte años Nora comenzó a estudiar arquitectura, pero no terminó la carrera porque, según su propio testimonio, la excedían las matemáticas. Tiempo después, estudió antropología en la UBA y se dedicó de pleno a la investigación y a la docencia en temas referidos a la emigración, etnicidad y discriminación.
            Los testimonios más arriba presentados, fueron extraídos del libro Tantas voces, una historia. Italianos judíos en la Argentina 1938-1948, escrito en colaboración con Vera Vigevani Jarach. Este libro tiene una versión italiana, Tante voci, una storia. Italiani ebrei in Argentina 1938:1948, publicada por la Editorial Il Mulino de Bolonia, con el auspicio del Instituto Ítalo-Latinoamericano.





            Es autora también de  Colonizadores colonizados. Los italianos porteños, publicado en agosto de 2013 en la colección “La Argentina plural “de Editorial Biblos.





Susi – Susi Hochstimm (1920-2019)





            Susi nació en Viena.  A los 18 años cuando estudiaba fotografía en su ciudad natal, se vio obligada, junto a su familia, a emigrar a causa de las leyes raciales del nazismo. Vivieron primero en Brasil, luego en Bolivia y finalmente llegaron a Argentina.
            Como tantos otros refugiados europeos, Susi y su hermana Ditti encontraron trabajo en Editorial Abril.

            Yo estuve en Abril toda mi vida. Entré antes que Boris entrara y me quedé después que él se fuera a Eudeba. Empecé primero como dibujante para los libros Disney, que manejaba Civita. Y después me llamaron para ilustrar otro material de Disney, José Carioca. Al poco tiempo ya quedé como empleada efectiva de la editorial.
            Pero a Boris lo conocía desde antes de Abril. Yo conocía a su primera mujer, Nenette. Soy austríaca. Con la emigración pasé primero por Brasil y después vine a Argentina. Nené fue la que me habló de Terni y Civita porque Boris les daba clases de castellano, y ella fue la que me dio el dato de que estaban buscando dibujante para Walt Disney.[10]

Su puesto oficial era el de jefa de la sección arte en la parte de libros para chicos. En efecto, sus primeros trabajos en Abril, son ilustraciones, por ejemplo las de Pulgarcita de Cuentos de Abril, pero en la Colección “Yo soy” ya empezó a escribir cuentos: Yo soy el pato de gomal (3) y Yo soy el cocodrilo (16) ambos de 1948, son con textos e ilustraciones suyas. También en “¡Qué parejita!”, por ejemplo El perro y la gatita (2), de 1951.




Boris era un adicto al trabajo. Planificaba todo, Decía “Bueno, vamos a editar unos libritos de tantas páginas, de ocho por doce, con sacabocado…”Yo escribía entonces el primer cuento-porque aparte e dibujar hacía los textos-como para darle una línea, y después buscaba otros ilustradores y también otros escritores.[11]

En los Bolsillitos  también comenzó dibujando. Su primera aparición es en Pulgarcita (44) cuyas ilustraciones me fascinaban tanto de chica que terminé recortando el librito para pegarlas en otros sitios. Por suerte, lo conseguí de adulta y reparé el de mi infancia con fotocopias. Estas  ilustraciones, que son las mismas de la edición de Cuentos de Abril, se repiten, con algunas variantes,  en la edición de la Colección “Pulguita” de 1956; que tuve hasta ser adulta y un día, no sé cuándo ni cómo, desapareció.




            En el número 100 salió su primer cuento, nada menos que Osito, Muñequita y Trapito, con las ilustraciones de su amiga Agi. Haber escrito esta serie es suficiente  para considerarla una de las mejores autoras de los Bolsillitos. Como ya hablamos de “Mis juguetes” en el capítulo 2, ahora voy a mencionar los demás cuentos de Susi. Escribió más de cuarenta títulos, entre ellos: La princesita Rosabel (119), ilustrado por Alicia; El castillo encantado (128), ilustrado por Chikie; A las 5 de la tarde (173), de la serie de Pepe Bolsillitos, ilustrado por Csecs; Aniceto y Rosaura (338), ilustrado por Agi; ¡Qué verduritas” (393), también con Agi; El ovillo rojo (403) y Osotonto y el duende (573), ambos ilustrados por Ruth.





            También colaboró mucho en "2,3 y 4" y en  “Gatito”.


                                                    Nº40 Gatito actor


            Después entró Nora Smolensky. Con ella fuimos grandes amigas, trabajamos mucho en la colección Gatito y nos divertíamos como locas pensando las historias y los dibujos. Había que inventar todo. Era muy divertido crear una colección, y también había mucha gente con enorme sentido del humor en la editorial, sobre todo en esa época.[12]

            Pero  la vida de Susi no terminó con Abril, a pesar de que haya dicho que pasó ahí toda su vida, ya que más o menos por la época en que escribió lo que cité antes, ya jubilada y con más de 70 años, empezó a hacer collages valiéndose solamente de recortes de revistas y pegamento adhesivo, sin ningún tipo de herramienta digital.  Son imágenes impresionantes que recontextualizan elementos fotográficos y los transforman en personajes extraños que pueblan la imaginación de Susi. Ella los hizo para su propio placer, entre 1993 y 2011, mostrándoselos solamente a su familia.




            Hasta que su sobrino nieto Ian  Kornfeld, uno de los nietos de Ditti, tuvo la brillante idea de subir las imágenes de sus collages a una página de internet para que todos podamos disfrutarlos.[13]

Me resulta difícil escribir sobre Susi. Cuando yo era chico era una figura muy importante dentro de la familia pero durante los años de infancia, bastante distante. La veíamos siempre acompañada de mi bisabuelo, ya fuese en la casa de él en el centro de Buenos Aires y la que todavía guardaba en Castelar desde los años 50 y que entonces usaban un poco como casa de campo. Los libritos que había hecho en Abril los debemos haber recibido de parte de mi abuela, supongo. Empecé a relacionarme más con ella cuando tenía unos doce años y nos llevamos muy bien de entrada. Es como si no nos hubiésemos realmente conocido hasta entonces pero ahí descubrí que teníamos muchos intereses en común. Mi bisabuelo murió poco después (hizo también un par de colaboraciones en Abril, muy pocas, con el nombre de Félix).
Susi es una mujer de una increíble sensibilidad, interesadísima en todas las formas del arte. Es seguramente por culpa de ella y de mi abuela Ditti que yo por muchos años creí que las únicas actividades dignas eran las que estaban de alguna forma relacionadas con el arte Es también una mujer increíblemente desprejuiciada y siempre fue muy moderna e independiente. Eso debe ser en gran parte por el hecho de haber sido criada en Viena antes de la guerra, en una familia mixta (mi bisabuelo era de origen judío pero mi bisabuela no). Aprendió a leer sola, a los tres años, antes de ir a la escuela por lo cual, cuando empezó a ir, parece que se aburría mucho. En unas memorias que escribió hace unos años, cuenta que cuando en la escuela les hicieron escribir una composición sobre el tema: "Qué quisiera ser cuando sea grande", todas, pero absolutamente todas sus compañeras de clase escribieron que querían casarse, tener hijos y cocinar. Y que ella para nada, que quería hacer muchos viajes, vivir experiencias intensas y que "estaba dispuesta a pagar los gritos de júbilo con la tristeza mortal."
Unos años después de haber empezado a tener más relación con Susi, me enteré de sus collages y de cómo, desde hacía años, se dedicaba a ellos sólo por el gusto de hacerlos. No sé si se los había mostrado a alguien. Seguramente a mi abuela y tal vez a alguna amiga pero esencialmente los hacía para ella.
Pablo Kornfeld, sobrino nieto de Susi[14]





           
Para saber más de Susi: https://www.facebook.com/Susi.Hochstimm/


Papá Noel

Los autores que firman los Bolsillitos de la serie “Gatito” son: SiroB: Rompococo va a la escuela (160), Inés:La navidad de Berilín (146), La carrera de Gatito (149) y La orejita de Perlina (162) y Papá Noel:Gatito y Rompococo (156) y  Gatito futbolista(167).
También está firmado por Papá Noel La Ronda del carnaval (155), que son poemas y casi toda la serie de “Las Caperucitas”, nueve cuentos en total. Pero hay un décimo, La serenata de las Caperucitas (151), que lleva la firma de Inés. En medio de todos los Papás Noeles, aparece Inés.





No sé si esto es justificación suficiente para decir que Papá Noel es un seudónimo de Inés. La fábrica de la lluvia, por su explicación poética de los fenómenos naturales, me recuerda a los cuentos de la serie de las estaciones e Inés escribía poesía para niños. Por otra parte, no veo la razón de que haya utilizado un seudónimo si siempre firmaba con su nombre de pila…
También aparece su firma en Colección Gatito.


 Nº28 Gatito en el Reino del Rey Adivinador

Por ahora, Papá Noel sigue siendo un misterio.


Marta – Marta Giménez Pastor (1923 – 2002)




            El primer Bolsillito de Marta apareció en 1955, se trata de Los Negritos detectives (163), ilustrado por Chikie. Ya vimos que Marta se ocupó de esta serie cuando Noñé dejó de hacerlo. Sus títulos de la serie de Dominguita y Pantaleón son: ¿Qué hacemos con la heladera? (189), La siembra (217), La doma de Matasiete (221), El misterio de Pantaleón (224), El regalo de Dominguita (246) y La canción de la cosecha (251). A excepción del primero, todos están ilustrados por Agi. El último con su nombre es de principios de 1957.




            Participó en Colección Gatito no sólo con cuentos complementarios sino también con la historia principal.


 Nº27 Gatito en el circo

            Marta fue docente durante treinta años y compartió esta vocación con la escritura de narrativa y poesía, para niños y para adultos, el periodismo y el teatro. Colaboró en varias revistas infantiles como “Billiken”,  “Anteojito” y “Jardincito”. Su primer libro de poemas Versos en sube y baja (1967), de Editorial Pro Ediciones,  ganó el “Premio Nacional de las Artes” en 1969. También incursionó en el teatro, por ejemplo con ¡Respetable público! 6 obras de teatro para títeres (1974), Editorial Huemul; este libro ganó el “Primer Premio Municipal de la Ciudad de Buenos Aires de Teatro Infantil”.
Entre sus numerosos cuentos podemos citar: en la serie “Para hablar y para escuchar “de la Editorial Plus Ultra. La pancita del gato (1974), En el cielo las estrellas (1980), La brujita Trick (1980), Corazón de Galletita (1981), Queridos animalitos (1981). En “Los cuentos de la vereda” de Editorial Propuestas: El sol en el bolsillo/ Juan y su caballo que comía jardines (1977). En “Los cuentos del Chiribitil” del CEAL: Un regalo de Pascua y El carretel de Tía Iris (1978), que fueron republicados por Eudeba en 2015. En 1994 obtuvo el “Premio Nacional de Literatura Infantil” por su libro 100 historias de Marta Giménez Pastor para leer antes de ir a dormir, Editorial Sigmar. Publicó más de cuarenta libros infantiles.




Para adultos escribió ocho libros  de poesía; algunos de ellos son: Canciones para el mar y los caminos (1948), Después de noviembre (1953), Cosas de la vida (1975). Agua florida (1998) y diversas antologías temáticas.
Escribió crítica literaria y teatral para varios diarios y revistas.

“Soy escritora y no programo el destino de mis obras ni elijo mis lectores. Feliz con mi profesión, escribo, escribo sin preguntar para quién. A veces me aceptan mis contemporáneos, a veces me aceptan los chicos y otras veces son las mariposas, las que llevan mis manuscritos de árbol en árbol.”[15]

Para saber más de Marta: https://martagimenezpastor.com/


Sergio

            Sergio es un autor que me gusta mucho, lástima que no sé quién es. Como mencioné en el capítulo 2, es el autor de toda la serie “Mi almanaque” de 1956, doce Bolsillitos en total, uno por mes.



             Pero, además, colaboró mucho en “Gatito” y los últimos números de “El diario de mi amiga” son casi todos escritos por él.


                          Nº34 Gatito y los 40 ladrones

            Escribía muy bien, es una pena no conocer su identidad.


Beatriz – Beatriz Ferro (S/d – 2012)





—Para los escritores es difícil señalar un momento de iniciación pero muchos rescatan experiencias que de alguna manera marcan la "entrada" a la literatura.
Sí, yo asistía al taller de una gran dibujante europea que se llamaba Agnes Lamm [16]y que venía de Kunstkewerbe Schule, una escuela muy prestigiosa de Viena. Yo dibujaba todo el tiempo y en realidad, mi primer texto partió de la imagen. Primero dibujé un personaje y después le escribí un cuento. A ella le entusiasmó mucho lo que yo había escrito y me llevó a la editorial Abril. Allí lo encontré a Boris Spivacow en una pequeña oficina y me preguntó si yo escribía poesía. Le contesté que sí y él me dio dos temas pero yo me trabé totalmente y no pude escribir nada.
—¿Boris Spivacow fue un maestro para vos?
Absolutamente. Yo reconozco a tres maestros. A Spivacow como dije, a Oesterheld, que me enseñó a escribir historietas y a Pedro Orgambide que estaba en la redacción de los libros infantiles de Editorial Abril y me ayudó mucho. Personas muy interesantes, muy buenos maestros.
Fragmento de una entrevista hecha a Beatriz Ferro por Ángela Pradelli[17]          
           
            Vemos, por este testimonio, que Beatriz llegó a Abril gracias a Agi. No fue en los sesenta, como leí en algunas páginas de internet, sino en 1957 porque su primer Bolsillito,  Chiribín el pollito (258) es de marzo de 1957; o tal vez dos años antes, en marzo de 1955, si consideramos que es obra suya Domingo, el mago organillero (158).





            ¿Cuántos Bolsillitos escribió Beatriz? Por lo menos, quinientos. Es la más prolífica de todos los autores de la colección. Ya hablamos de sus series y sus personajes principales en el capítulo anterior. 
              Participó activamente en Colección Gatito y tiene muchos cuentos en 2,3 y 4.


                                                                                Nº59 Gatito en Año Nuevo

              También vimos su obra en el CEAL y mencionamos El quillet de los niños(1970), enciclopedia en seis tomos, ilustrada por Oski, Enrique Breccia y Ayax Barnes.



            En 1974, salió en Editorial Estrada, la colección “Cuentos para seguir contando”. En ella Beatriz publicó: Chiquitazos, chiquitotes, pequeñitos, grandulotes, un  libro de poemas; y los cuentos El mago Mirasol y El secreto del zorro. Los tres tratan temas ecológicos: la falta de cuidado de la naturaleza de parte del ser humano, la importancia de los árboles y las plantas, y el equilibrio natural entre los animales carnívoros y los herbívoros, respectivamente. Pero no son textos informativos, son poemas y cuentos que enseñan de una manera que no se nota que están enseñando; es decir, no parecen escritos “para enseñar determinada cosa”, algo extremadamente difícil de lograr. El mago Mirasol, especialmente, es muy divertido. María Elena Walsh también publicó en esta colección.
            El secreto del zorro volvió a ser publicado por Estrada en 1994 en la colección “Los caza cosas”, de la cual Beatriz era directora. También salieron en ella: Aquesí y Aquenó, Zapatos caminadores,Cuatro cuentos cándidos y Las locas ganas de imaginar.




            En 1986, junto a Maria Elena Walsh, fue  responsable de la Colección “Veo-Veo. Mi primera biblioteca”, publicada por Hyspamérica. La misma consistía en un fascículo informativo, que luego se encuadernaba junto a otros en varios tomos, acompañado por un libro de cuentos con autores e ilustradores extranjeros de la talla de Janosch, Gabrielle Vincent, Allan Ahlberg, René Escudié, Yvan Pommaux, Robert Desnos, Erwin Moser, entre otros. María Elena publicó varios cuentos suyos en esta colección, pero Beatriz, ninguno.



            Mas tarde publicó en Página  12 la colección “¡Arriba el telón!”, cuentos basados en óperas y obras de teatro,  e “Historias fantásticas de América y del mundo”, donde retoma las adaptaciones de cuentos tradicionales, leyendas y mitos.
            Como prueba de su primer vocación. la ilustración. tenemos el Bolsillito Nº695 Versos con gallos y un pato, escrito e ilustrado por ella.





            En 2001 recibió el “Premio Pregonero de honor” y fue candidata al “Premio Andersen” en 2008.
            Falleció en Buenos Aires en 2012.

Tuve el placer de trabajar con Beatriz Ferro aproximadamente unos 10 años, en Editorial Atlántida. Beatriz comenzó a desempeñarse como Asesora cuando Adolfo Imaz fue Jefe de Redacción y yo me desempeñaba como Secretario de Redacción. En rigor, en ese tiempo, Beatriz me fue presentada y, cuando nos cruzábamos en un ascensor o en un pasillo nos saludábamos con cortesía y nada más. Luego me enteré que nuestro Director dio indicaciones de que Beatriz asesorara al Jefe de Redacción.
Al poco tiempo, Adolfo renunció y a mí me ascendieron a Jefe de Redacción. Allí tuve la dicha de trabajar con Beatriz con frecuencia semanal. Solíamos charlar mucho sobre su experiencia en el campo y me dio consejos más que útiles. Por ejemplo, gracias a ella conocí la Feria de Bologna. Alguna vez le conté que yo había coleccionado una cantidad importante de Bolsillitos, comprados en el kiosco de la esquina de mi casa unos pocos años antes. Ahí me descolgué: la Beatriz que firmaba generalmente con cursiva la mayor parte de los Bolsillitos, ¡era ella!.
Muchas veces charlamos sobre Boris, su modo caótico de trabajar con las imprentas, por ejemplo: Boris solía dejar las películas en las imprentas, de manera que cuando quería reimprimir, daba la orden por teléfono. Eso me hizo entender por qué, a veces en cuestión de meses, un título volvía a reimprimirse. Es que Boris a veces dejaba a criterio del imprentero, el título a reimprimir. Por eso el mismo título puede tener dos o tres números de serie.
Así me enteré de que Inés era Inés Malinow, Sirob era Boris en espejo, Pedro era Pedro Orgambide, María Elena era María Elerna Walsh, Marta era Marta Giménez Pastor, Yalí era Amelia Foresto de Segovia, una escritora santafesina… También supe la identidad de los ilustradores: Leo era Leonardo Haleblian (por entonces Jefe de Arte de Para Ti), Chacha era la hermana de Oski, Ruth era Ruth Varsavky (una persona encantadora; tuve la suerte de conocerla), Oski (Oscar Conti), también era un tipazo; nos hicimos amigos y desde el hospital, le dijo a su mujer que me regalara su último original, obra que tengo enmarcada, también conocí a Agi y mis hijos se criaron con muñecos tejidos con hilo hechos por ella. Y hay sorpresas: Guillermo, según Beatriz Ferro, era Guillermo Roux, hoy uno de los pintores argentinos mejor cotizados en el exterior. Segunda sorpresa: Sánchez Puyol era Héctor Germán Oesterheld. Quizá ese seudónimo esté relacionado con su madre, vasca de nacionalidad.
Nunca supe quién firmó como Dibea.
Carlos Silveyra[18]



Pedro – Pedro Orgambide (1929-2003)




            Ya vimos, en el testimonio de Horacio Clemente, que Pedro trabajaba en la Redacción de Abril.
            Todos sus Bolsillitos, veintinueve en total, son “Libritos sabios”. Tocó los temas más variados: El vuelo de Pepe Bolsillitos (261); Los piratas (284);  Las casitas de los hombres (341; La historia del pan (356); El café (371); Godofredo y los oficios de la Edad Media (375). Hay muchos con niños de diferentes razas o etnias: Timbé el inciecito ona (276); Kori el indiecito inca (292); Ungali el cazador de canguros (346), Tucali un indiecito pampa (359). También de episodios de la historia argentina: Juancho un chico de 1810 (316); Juancito y las Invasiones Inglesas (327). Creo que la única excepción es Lindo Lindoro (807), aunque también enseña cómo era la vida de los gauchos.
            En la  Colección “2, 3 y 4” escribió muchos cuentos, por ejemplo: Tengo un hermanito (17); Carita Dulce (18), ¡La muñeca se enfermó! (22); ¡Tengo un amigo! (23): La murga (33); Gabriel en la peluquería (43), entre otros. Para “El diario de mi amiga” escribió los tres de Dalvinha (53, 55 y 59).



            Entre su producción infantil fuera de Editorial Abril, podemos citar: El Negro Tubua y la Negra Tomasa, número 1 de “El pajarito remendado” de Colihue y Estaba la paloma blanca en “Los morochitos”, de la misma editorial





            Pedro fue periodista, músico y escritor de cuentos, novelas, ensayos, obras de teatro y guiones televisivos.
            Algunas de sus obras son: La vida prestada (teatro) (1949); Horacio Quiroga. El hombre y su obra (ensayo) (1954);El encuentro (novela) (1957);
 Las hermanas (novela) (1959);  La buena familia (teatro) (1961);Concierto para caballero solo (teatro) (1963); Crónicas de la burguesía (1966); Crónicas del psicoanálisis (1966); Un tren o cualquier cosa (teatro) (1967); Enciclopedia de la literatura argentina (1970); Hotel Familias: Confesiones de un poeta de provincia (novelas breves) (1972); Historias con tangos y corridos (1976);  El caso argentino. Hablan sus protagonistas (1977);El arrabal del mundo (1983); Hacer la América (trilogía) (1984); Todos teníamos veinte años (1985); Gardel y la patria del mito (1985);La mulata y el guerrero (1986); Un caballero en las tierras del sur (1997).




            Con respecto a la música, escribió los textos y las letras de las comedias musicales Juan Moreira Supershow (1972), con música de Carlos Núñez Cortés y Jorge Schussheim, y Eva, el gran musical argentino(1986), con música de Alberto Favero, dirigida por Nacha Guevara. También fue bailarín de tango y folklore.
            Siempre estuvo comprometido políticamente, lo que motivó su exilio en México desde 1974 hasta 1983. Falleció en Buenos Aires en 2003.


Edith – Edith Varsavsky (1921 – 2013)





            Era hermana melliza de Ruth y, como ella, trabajaba en la Redacción de Abril. Su primer Bolsillito es un “librito sabio”: Los pingüinos (272), ilustrado por Horacio. Los demás son cuentos, escribió más de treinta, la mayoría en la última época. Entre ellos figuran, ilustrados por Ruth: Coquena y los Reyes Magos (453), El reloj mágico (575), Un hada y un brujito (577), El nombre que faltaba (585), Pedro el cuervito (587),Timpi el tapir (601), 
El oso goloso (846), La escuela de los pajaritos (847), Reina la cabrita (853), El traje nuevo de Gusy (855), Un planeta para Gu (861). Ilustrados por Leo: Teobaldo el juglar (584) Guan y Ani (597) .Ilustrados por Agi: El gorro de Andrés (836),  Juan Pablo y los cuatro colores (839), Gatito y la tigresa (840), La pavita mágica (842), Los tres osos (845), Llegó el circo (849), El potrillo rojo (865). Pocacosa la perrita castaña (848) está ilustrado por Ele y ¡La cosa más linda del mundo! (866) por Chacha.



             
            Después de su paso por Abril, Edith ya no se dedicó a la literatura infantil. Fue una microbióloga muy reconocida, con numerosos artículos publicados en publicaciones científicas, por ejemplo en la revista Microbiología de la “Sociedad Española de Microbiología”.
    Queda la duda de algunos Bolsillitos firmados "Edith", especialmente los de la última época. Pueden ser que sean de Edith Vera, escritora santafecina. Me contacté con personas de esa provincia que investigaron su obra, pero nadie sabía que hubiese escrito para Biblioteca Bolsillitos. Sin embargo, un pàr de personas que conocoieron a Beatriz Ferro, me contaron que Beatriz decía que era ella. Otro enigma pòr resolver...


Yalí – Amelia J. Foresto de Segovia (s/d)

            No encontré mucho de Yalí. Sé que es una escritora santafecina. En los Bolsillitos comenzó a publicar en 1966. Algunos de sus títulos son: El camello de Baltasar (714); Nunú en carnaval (720); El tranvía aburrido (721) El pinito de Navidad (764); La lluvia (783); Los dibujos traviesos (791); El zapato izquierdo (805). Todos están ilustrados por Ruth, excepto el último mencionado que es de Agi.





            En  los cuentos de Polidoro tiene toda la serie de “Leyendas de América” (ilustrado por Ignacio Corbalán)  y “Leyendas europeas”. Entre estas últimas hay cuentos maravillosos como Brita y las nornas  y El atado de heno, ambos con heroínas inolvidables, magníficamente ilustrados por Chacha. La tercera serie, reunidos en la antología “La pajarita de papel y otros cuentos”, son originales suyos, nueve cuentos en total, ilustrados por Ruth. Mi preferido es La navidad del gato feo.






            Más adelante publicó en Editorial Bonino El mundo de Gunga (que no sé si es el mismo texto que El muñeco de Gunga ,Bolsillito Nº741) y Chispitas, una antología  que incluye El tranvía que fue casita (Bolsillito Nº721). Es el mismo cuento con algunas variaciones dignas de analizar. El maestro no lo usa como escuelita sino como casa (¿no es políticamente correcto un tranvía-escuela?)Y,al final, el tranvía no pasea por el Botánico y el Zoológico (¿porque la Editorial Bonino es de Santa  Fe?).
          Para chicos más grandes publcó Para asustarte mejor y Dos pasos en el misterio y otros cuentos de miedo y suspenso.




Gorito – Carlos Gorostiza (1920-2016)




            El famoso dramaturgo, novelista y cineasta, autor de obras como El puente (1949) y El pan de la locura (1958), también participó en la colección. Tiene un único Bolsillito: El club de los pajaritos (110), ilustrado por Ruth. 




            En otras colecciones de Abril escribió,  por ejemplo: Pelusa en la República Argentina, ilustrado por Iris de Paoli y  A la ronda, ronda, ilustrado por Agi, ambos de la colección “La ventanita”.



También colaboró en "Gatito"

Nº13 Gatito y la campanita mágica


Vicente Barbieri (1903- 1956)




            Este poeta, autor de los poemarios Fábula del corazón (1939)  y El bailarín (1957), es el autor de los versos de En la calesita del viejo Horacio (159)




Roque Nosetto (1922- 1982)




            Fue un maestro, profesor y poeta santafecino. Suyos son los versos de Gallito travieso (168). 




En Editorial Sigmar publicó varios cuentos, entre ellos: Una laucha glotona, en colección “Había una vez”,  Los alumnos de Kikirikí, en “Álbumes infantiles” y Desfile de campeones, en  “Grandes álbumes infantiles”.






Germán Berdiales (1896- 1975)




            Otro maestro-poeta y, además dramaturgo. Entre sus obras figuran: Las fiestas de mi escuelita (1924); Teatro histórico infantil, basado en leyendas; Fábulas en acción, dramatización de fábulas clásicas; Joyitas (1930); Nuevo ritmo de poesía infantil (1943); Poesía infantil recitable; El arte de escribir para los niños; El alegre folklore de los niños.
            En nuestra colección tiene Versos de Bolsillttos (172), una antología de algunos de sus poemas.


Pedro  Inchauspe (1896 -1957)




            También maestro, trabajó muchos años en Chubut alfabetizando a los indígenas. Es autor de cuentos infantiles, por ejemplo: Vueltatrás y otos cuentos infantiles (1935) y de obras para adultos, entre los cuales podemos citar: Voces y costumbres del campo argentino (1942); San Martín, el maestro (1947) y Diccionario de Martín Fierro  (1953)
            Su único Bolsillito es La estrella que cayó en el monte (181).




Rubén Teobaldo Carámbula (1913 – 1998)





            Fue un escritor, poeta y músico.uruguayo, aunque algunas fuentes dicen que nació en Brasil.. Entre sus obras figuran El Candombe, reeditado por Colihue en 1995, un ensayo sobre los orígenes de esta danza, y Pregones del Montevideo Colonial, escrito en colaboración con Eduardo Peña, publicado en Montevideo por la Editorial Mosca (1968).



            Su único Bolsillitos es: Canciones para chiquitos (293), ilustrado por Ruth. Uno de los poemas, “Chumbita la mucama”, comienza así: Soy sirvienta del Alcalde/ soy candombera neglita”.




Tristan Klingsor (1874 -1966)




            Su verdadero nombre era León Leclére, su seudónimo está tomado de dos óperas de Wagner.  Fue un poeta y pintor francés, que se asoció con Maurice Ravel para escribir las letras de sus composiciones musicales.
            El soldadito de plomo (779) es la traducción de uno de sus poemas.





Falta nombrar a los demás poetas presentes en la antología Los chiquitos dicen versos (137): Juana de Ibarbourou, José Sebastián Tallón, Leopoldo Lugones, Fernán Silva Valdés y Rafael Obligado.
Y también los autores originales de las adaptaciones:
- Walt Disney, creador de los personajes de tantos Bolsillitos



- Los autores de los libros en los cuales se basó Disney: Carlo Collodi, autor de Pinocho;  Felix Salten, autor de Bambi, Helen Aberson, autora de Dumbo; Dorothy Gladys Smith, autora de 101 dálmatas.
- Los cuentistas clásicos: Charles Perrault, Jacob y Wilhem Grimm, Hans Christian Andersen.


                                         Charles Perrault                                Hans Christian Andersen

                                                        Jacob y Wilhem Grimm

. Los autores contemporáneos: Bushmiller, autor de Periquita:
-Los autores de canciones: René Briand, autor de En alta mar: Edith Preston, autora de la recopilación de Todos a cantar (856)

            Finalmente  debo agregara los autores de uno o varios Bolsillitos  de los cuales no tengo otro dato que su seudónimo o nombre:
- Adela: En el país del boletín (707)
-Alberti: Es autor de varios libritos sabios: Las abejitas (178); ¡Vamos al fondo del mar! (197); El hormiguero de vidrio (223) y Los elefantes (232).
- Amalia: Joselín y su violín (502);  El osito Paso-Pasito (532)
-Ángela Koduss: La camioneta que no quería caminar (267)
-Carso: También tiene exclusivamente “libritos sabios”: Los pieles rojas (175), En el centro de África (199) y Los cowboys (210)
- Dora: Doña Hormiga (478)
- Emi: Contando y pintando (263), Navidad en el bosque (294)
- Lil:  Silvestre (610), El Señor Carnaval (614), El enanito Nito (628)
- Lilián (No sé si es la misma que la anterior, puede que se la ilustradora Lillian Obligado): Colita (103)
- María: Muchosrrulos la muñeca (852)
-Maricel:Se enojaron los colores (843), Poldi (850), Pomponio (857)
-Matheo, J.: También autor de informativos: Un paseo por la luna (182), ¡Al Polo! (191) y El mundo es redondo (204)
- Pérez, W. (es curioso, los autores de “libritos sabios”, excepto Pedro, firmaban con su apellido): Los hombre vuelan (186) y La historia de Goti (215)
- Ricardo: Los animales y sus hijitos (321)
-Valle,D. (Y aquí tenemos un autor de cuentos que firmaba con su apellido): El negrito campeón (154) y Los siete colores (166).
-Villar, M.: El caballero Amadís (227) y Las carabelas (236).



[1] Entrevista vía mail, setiembre de 2018.
[2] Entrevista via mail, mayo de 2015.
[3] Entrevista  vía mail, julio de 2018
[4] Oesterheld trabajaba como geólogo en el Banco de Crédito industrial; al mismo tiempo escribía cuentos infantiles y textos de divulgación científica para Editorial Códex,
[5] Reportaje a Boris Spivacow en Delia Maunás, Boris Spivacow. Memoria de un sueño argentino, Buenos Aires, Colihue, 1995.
[6] Palabras pronunciadas por Graciela Montes en un acto poco después de la muerte de Boris Spivacow, publicadas en : Judith Gociol, Boris Spivacow, el señor editor de América Latina. Buenos Aires, Capital intelectual, 2010.
[7] Entrevista via mail, julio de 2018
[8] Eleonora María Smolensky y Vera Vigevani Jarach, Tantas voces, una historia, Italianos judíos en la Argentina 1938-1948, Buenos Aires, Temas Grupo Editirial, 1999.
[9] Ídem a la anterior
[10] Testimonio de Susi Hochstimm en Delia Maunás, Boris Spivacow. Memorias de un sueño argentino, Buenos ies, Colihue, 1995.
[11] Ídem a la anterior.
[12] Ídem a la anterior
[13]https://www.facebook.com/Susi.Hochstimm/
[14] Entrevista via mail, agosto de 2018
[15] Palabras de Marta extraídas del blog realizado por su familia: http://martagimenezpastor.com/
[16] Se trata de Agi.
[17] En el Suplemento Las/12 del diario Página 12, 10 de marzo de 2000. Extraído de la Revista Imnaginaria N°30, 26 de julio de 2000.
[18] Entrevista vía mail, julio de 2018


11 comentarios:

  1. Claudia Prieto-Malinow Muchas gracias Susana Navone por tu energía y trabajo! Muy emocionante tu esfuerzo para que todos estos libros y sus autores no caigan en el olvido.
    Gracias♥️

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  2. María Alicia Esain Muy agradecidos por tu trabajo!!!

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  3. Muchas gracias Susana por esta labor impresionante.!!!Que forma tan hermosa de trasmitir la historia, las costumbres,los valores, el amor a la Naturaleza y la educación que fue transformándose con el tiempo. Gracias por esa labor silenciosa que ahora a través de las herramientas digitales podemos poner nuevamente al alcance de nuestras nuevas generaciones.

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  4. Super artykuł. Pozdrawiam serdecznie.

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  5. excelente! excelente! excelente! un hallazgo este blog, este homenaje... estoy muy muy emocionada

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  6. Hola!! Que liindo...si alguien sabe ...me gustaría conseguir los 4 tomos de ediciones Bonino de cuentos infantiles,eran edición tapa dura...mi hna conserva los suyos...y me gustaría encontrar los otros dos.gracias

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  7. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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  8. ¿Alguien sabe cómo impedir que entre spam publicitario en los comentarios? ¡Me están llenando todos los comentarios de mis blogs de basura!

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